Esta es la historia de la playa perfecta.

A lo largo de la costa de Tailandia hay cientos de playas de aguas cristalinas y arena blanca.

Pero hay una en particular, escondida en una bahía, que ha obsesionado al mundo.

Por años, los turistas llegaron en hordas a este lugar, con la ilusión de estar por un rato en el "paraíso".

Hasta que un día, el año pasado, la playa fue cerrada al público.

A finales de los años 1990, un equipo de filmación decidió que la playa de Maya Bay, en la isla de Phi Phi Leh, en el sur de Tailandia, era una especie de "cielo en la Tierra" donde se instalaría un grupo de personas que quería reconstruir la sociedad desde cero.

Tal es el argumento de "La playa", protagonizada por Leonardo DiCaprio y estrenada en el año 2000.

Basada en la novela de Alex Garland, la película cuenta la historia de un mochilero enfrascado en la búsqueda de una legendaria playa que no ha sido tocada por el turismo.

Obvio, las cosas se tornan amargas en el paraíso (pero no vamos a contarles aquí la película…).

Desde entonces, este pequeño e icónico rincón de arena y mar turquesa se coló en la lista de destinos por visitar de millones de viajeros.

Sin embargo, durante años fue un flujo de turismo estable. Hasta que en 2016 se registró un aumento súbito y sorprendente en el número de visitantes.

El aumento de turistas en Maya Bay

Especialmente cuando los turistas chinos comenzaron a llegar en grandes grupos.

Bote tras bote atracaba en la bahía para depositar allí miles de turistas.

Muchos llegaban solo para tomarse la selfie perfecta. Lo cierto es que muchos soñaban con una playa solitaria e idílica y se encontraban en realidad con una franja de arena ruidosa y atestada de gente.

En un solo día, durante la temporada alta, esta diminuta costa de 300 metros recibía cerca de 3.500 visitantes.

Los barcos detenidos en hileras, esperando para tirar ancla y con más embarcaciones detrás esperando para entrar.

Algunas veces la gente era tanta que no había lugar sino para estar de pie en la arena, sin espacio para echar una manta.

Con el tiempo, los comentarios en la página de reseñas de viaje TripAdvisor pasaron de describir a Maya Bay como el "paraíso" a catalogarla de lugar insufrible "sucio y desagradable".

En 2018, los operadores de turismo y los funcionarios de la isla Phi Phi se dieron cuenta que los números de visitantes eran insostenibles.

De hecho, la mayor parte de los corales de Maya Bay estaban muertos en 2017.

Playa clausurada

Maya Bay se encuentra dentro de un parque nacional y el Departamento de Parques, Vida Silvestre y Conservación de Flora llamó a una reunión de manejo de crisis.

A pesar de la reticencia de los operadores turísticos, que señalaron que el cierre podría perjudicarles, las autoridades concluyeron que la playa debía ser clausurada al público.

Los funcionarios señalaron que por tratarse un área de reserva natural, los arrecifes de corales necesitaban desesperadamente un tiempo para recuperarse.

Así fue que el 1 de junio de 2018 se estableció una demarcación: una línea hasta la cual los botes podían llegar, pero no cruzar.

Además, patrullas gubernamentales comenzaron a supervisar el área con la idea de que nadie entrara en la bahía.

Thon Thamrongnawasawat, un investigador marino de la Universidad de Kasetsart que ha realizado investigaciones en Maya Bay por 40 años, fue contratado para diseñar un plan de rehabilitación de la zona.

"Hasta 1999 se podía contabilizar el daño de los corales en un 30%. Pero ahora el 90% de lo que hay allí está dañado", estableció el científico.

Los corales son un ecosistema frágil que puede verse afectado por la calidad del agua.


Maya Bay

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Playa y corales

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Y las multitudes siempre representan una amenaza para ellos debido a que la gente los pisa o los toca.

Pero ese no era el principal problema, sino los centenares de botes que llegaban a la bahía, que dejaban caer sus anclas sobre los arrecifes y contaminaban con el combustible las aguas, causando un daño casi irreparable.

El paraíso reclamado

Ahora, cuando se visita Maya Bay, todavía se ve una fila de embarcaciones que se acercan al lugar, pero solo pueden llegar a 300 metros de la playa. La gente se sigue tomando selfies…pero a la distancia.

A un equipo de la BBC se le concedió un permiso para visitar el lugar.

En el camino nos encontramos con turistas que habían viajado a Tailandia con la única intención de visitar Maya Bay y no sabían que estaba cerrada.

Y seis meses después del cierre al público, los esfuerzos de conservación han comenzado a dar sus primeros frutos.

Una jornada de buceo nos muestra que hay nuevos corales que han comenzado a crecer, aunque tomará al menos una década antes de que alcancen la madurez.

También la fauna marina han regresado. Un grupo de entre 50 y 60 tiburones de aleta negra visita diariamente el lugar, bien temprano en la mañana.

Las aguas poco profundas de Maya Bay son particularmente propicias para que esta especie de tiburones tenga sus crías.

Para Thon, que estos animales hayan regresado es un regalo.

"Ellos son un símbolo de la naturaleza. Son 60 tiburones que vale la pena proteger", señaló el académico.

Cierre indefinido

Entonces, ¿hasta cuándo se extenderá el cierre?

Las autoridades tailandesas han dejado claro que van a abrir la playa cuando sepan la verdadera capacidad del lugar.

Es decir, cuántas personas pueden visitarla diariamente de manera sostenible.


Maya Bay.

BBC

Para los operadores de turismo, son tiempos inciertos.

"Tenemos que admitir que los turistas que vienen a Krabi o Phi Phi sueñan con ir a Maya Bay o, como ellos la llaman, 'La playa' (por la película)", le dijo a la BBC Ekawit Pinyotamanotai, presidente del Consejo de Turismo de Krabi.

"Pero cuando anunciaron que la playa la iban a cerrar, la gente comenzó a cancelar los tours. No podemos vender lo que no se puede visitar", agregó.

Pero más allá de su estatus icónico, Maya Bay es sólo una playa pequeña. Y el daño que causa el turismo en las aguas de Tailandia es un problema mucho mayor.

Según Thon, el área total de arrecifes de coral que registran daños ha aumentado en el país del 30% al 77% en solo una década.

Él culpa a las aguas contaminadas que vierten los hoteles de playa y a los desechos de plástico como las principales razones del daño.

Quizás el cierre de Maya Bay es una señal de que Tailandia está dando vuelta la página en sus esfuerzos por preservar sus recursos naturales.

Pero, en una nación tan seriamente dependiente del dinero del turismo, también podría leerse como una muestra de cuán serio tiene que ser el daño antes de que se decida tomar cartas en el asunto.

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