Después del encontronazo público, con acusaciones y desplegados, y del frustrado plan para convertir a Ricardo Anaya en candidato único y hacer declinar a José Antonio Meade, algunos de los cinco empresarios que se pelearon con Andrés Manuel López Obrador iniciaron contactos para un diálogo con el candidato de Morena. Ayer, en una mesa del restaurante San Angel Inn, al sur de la CDMX, Alejandro Ramírez, presidente de Cinépolis comió y conversó por tres horas con Gerardo Esquivel, asesor económico externo de López Obrador; al salir del lugar, con folders en mano, el empresario y el doctor en Economía por Harvard sonrieron a la pregunta del columnista “¿Iniciando el diálogo?”.

Ramírez fue de los cinco empresarios del Consejo Mexicano de Negocios que intentaron convencer al presidente Peña Nieto y a Ricardo Anaya de dejar sus diferencias y negociar una “candidatura única” para enfrentar a López Obrador y evitar que gane la Presidencia; para ello, según el tabasqueño, se reunieron en casa del panista y le hicieron la propuesta, en un encuentro negado por los empresarios, pero que fuentes de inteligencia federal confirman que sí ocurrió y fue parte de una operación más amplia de los cinco magnates —Ramírez, Larrea, Tricio, Bailleres y X. González— que presionaron también por la declinación del candidato del PRI, José Antonio Meade, y de la independiente Margarita Zavala.

Los mismos que después firmaron el desplegado titulado Así No, donde reprochaban al candidato de Morena sus “expresiones injuriosas y calumniosas”. Los cinco a los que, según fuentes cercanas a Los Pinos, el presidente Peña Nieto les respondió, contundente, que “con Anaya no”, que no iba a ninguna alianza con el panista, ni haría declinar a su candidato Meade.

Por eso llama la atención la reunión entre Ramírez y Esquivel en ese restaurante, que podría ser un principio de diálogo entre el candidato de Morena y el grupo de los cinco, tal y como los mismos empresarios planteaban en aquel desplegado, donde decían estar “siempre abiertos al diálogo con todas las fuerzas políticas para buscar soluciones…” y convocaban “a todos los candidatos a un diálogo abierto y respetuoso que sume voluntades”.

¿Será que el pañuelo blanco que les sacó Andrés Manuel a esos empresarios y el llamado de “amor y paz” tuvo algún efecto y que Ramírez, quien ha fungido como el vocero más visible de ese grupo, fue enviado a fumar la pipa de la paz con un nuevo interlocutor distinto a Alfonso Romo, como sería el doctor Gerardo Esquivel? Veremos si en el San Angel Inn comenzó ese “diálogo abierto y constructivo” que, al final, les conviene tanto al candidato puntero en las encuestas como a esos cinco poderosos empresarios y, sobre todo, al país y a la sociedad, que históricamente solemos ser los que pagamos los “platos rotos” por la confrontación entre empresarios y gobernantes.

NOTAS INDISCRETAS… Duras acusaciones de nepotismo en el gobierno de Miguel Márquez en Guanajuato hizo el miércoles el candidato de Morena a la gubernatura, Ricardo Sheffield, quien denunció que el gobernador tiene en la nómina estatal a buena parte de la familia del candidato del PAN, Diego Sinhué. Al papá del abanderado panista, Javier Rodríguez M., lo nombró Márquez en 2013 como director general del Instituto de Seguridad de Tenencia de la Tierra, cargo donde cobra 118 mil pesos mensuales, cuando sólo terminó la secundaria; los cuatro hermanos de Diego Sinhué, Mauricio, Javier, Alma y Cristina, cobran en conjunto 217 mil pesos en la nómina estatal, además de cuatro tíos suyos: Gildardo Rodríguez, Enrique Rodríguez, Estrella Rodríguez y Nora Rodríguez, con sueldos mensuales de 118 mil pesos, y dos primas, Bertha Ciénega Rodríguez y Carolina Medina Vallejo, quienes en conjunto cobran 132 mil pesos mensuales. Es decir que, según Sheffield, ex panista y ahora abanderado de Morena, la familia del joven Sinhué le cuesta a los guanajuatenses 585 mil 623 pesos mensuales. ¿Así o más claro y más caro el nepotismo de Márquez y su delfín?... En política tus enemigos de ayer pueden ser tus amigos de hoy o de mañana; y si no que le pregunten al gobernador Miguel Angel Yunes, que ayer asistió en la CDMX a la presentación del documental Miguel Alemán González, un veracruzano en la Revolución, donde abrazó y se tomó la foto con el ex gobernador Miguel Alemán Velasco. Ninguno se acordó de los días en que el diputado Yunes atacaba con todo al gobernador Alemán y acusaba corrupción de su hijo Alemán Magnani en el estado. Las vueltas de la polaca… Los dados mandan Escalera doble. Subimos.

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