Catastrófico sería sumar un cuarto torneo sin clasificar a la Liguilla. Pero ahora, las Chivas han cambiado. Ya no son el hazmerreír de la Liga MX y han hecho lógicas inversiones para solidificar a un equipo deprimido por sus resultados en los últimos años.

Pero todo lo que ahora han mostrado tienen que capitalizarlo y darle un golpe de credibilidad al proyecto de Amaury Vergara, en ese doble enfrentamiento con el América. No hay mejor oportunidad para gritarle a todos que este equipo va en serio y puede alcanzar altas aspiraciones, porque —si no es el gran favorito para ganar el torneo— debe ser considerado como uno de los ocho que estarán en la Liguilla.

Pocas veces existe esta coyuntura: tener en un juego de eliminación directa, y cuatro días más tarde en la Liga, al campeón, que —además— es tu adversario más odiado. Por eso, echar al América de la Copa y vencerle en la Liga despegaría al equipo de José Saturnino Cardozo y lo colocaría en otra dimensión, esa tan desconocida para esta institución en el último año y medio.

La gran interrogante es cómo encarará el paraguayo el partido de Copa, porque antes tiene una muy dura prueba, contra el Monterrey en casa, y una visita no muy cómoda a Querétaro. El partido en el Estadio Azteca, por los cuartos de final de la Copa MX, tendría que jugarlo con la mayoría de sus titulares, aunque no lo ha hecho así en ese torneo. Ante el Atlético San Luis sólo utilizó a cuatro: Hiram Mier, Miguel Ponce, Isaác Brizuela y Alan Pulido, en ese espíritu de jugar con equipos distintos cada torneo.

Para los que consideran que jugarse dos Clásicos en un lapso de cuatro días los devalúa y quita importancia, están completamente equivocados; de hecho, es un gran atractivo, ya que ambos conjuntos serán locales; no hay que olvidar que el juego de la Liga se efectuará en la casa de las Chivas.

Aunque será en torneos distintos, podría ser un símil de la Liguilla, porque se enfrentarán en los dos estadios durante un corto tiempo, además de que probará la capacidad de los dos equipos, porque —pierda quien pierda en la Copa— llegará con un desánimo real y evidente al partido de la Liga, que será en la casa del Guadalajara.

Es la obligación de las Chivas, pero también lo es para el América, que —pese a que ha sido bastante más efectivo que el Guadalajara en la Liga durante las últimas décadas y es el más ganador en la historia del futbol mexicano— tiene una asignatura pendiente en la Copa, torneo que no gana desde la temporada 1973-74, cuando era dirigido porJosé Antonio Roca y derrotó al Cruz Azul en la final.

El juego de la Copa es un buen termómetro para el América, porque sería un gran fracaso si queda eliminado, ya que siempre está obligado a ganar trofeos, además de que le repercutiría para la Liga, en la que volverá a jugar con el Guadalajara justo antes de la fecha FIFA, en la que habría cierta inestabilidad si no se avanzó a las semifinales coperas.

@gvlo2008

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