Croacia no ha cumplido ni 30 años de que logró su independencia de Yugoslavia y ya está en una final de Copa del Mundo.

Se trata de un país muy joven —como lo conocemos ahora—, y el de más pequeño territorio que ha llegado al partido por el título mundial.

Ni siquiera Uruguay, que es bicampeón (1930 y 1950), es tan pequeño como el ahora finalista en Rusia 2018. Para ponerlo en números: la superficie del territorio charrúa es de 176 mil kilómetros cuadrados, mientras que el territorio croata es de 56 mil kilómetros cuadrados. Nada que ver con los casi 643 mil kilómetros cuadrados de su rival, Francia, que además tiene más historia en lo que a futbol se refiere.

De aquella Yugoslavia que se disolvió en naciones independientes como Bosnia y Herzegovina,  Eslovenia, Macedonia, Montenegro, Serbia y por supuesto Croacia, son estos últimos los que han destacado en el futbol como selección y en lo individual. Ya en Francia 1998 fueron tercer lugar con jugadores como Davor Suker, Mario Stanic y Zvonimir Bobar. Ahora, Luka Modric, Ivan Rakitic e Ivan Perisic, son los líderes de un equipo que se clasificó a este Mundial en la repesca ante Grecia para la que llegó el técnicoZlatko Dalic, quien tomó al equipo un partido antes del final de la eliminatoria de UEFA y 12 duelos después, los tiene en la final.

Ahora disputará el campeonato del mundo ante Francia, que es todo lo contrario a ellos, con el trabajo de continuidad que la federación gala hizo junto con el técnico Didier Deschamps.

Otro personaje fundamental del conjunto balcánico es la manager, Iva Olivari, frustrada tenista, quien en 20 años de trabajar con la selección croata ya tiene dos semifinales en su palmarés (1998 y 2018). Ella ha sido un equilibrio entre todos los elementos de este equipo.

Alcanzar estos resultados tienen una conexión con México. Se trata del documental Vatreni, que es el sobrenombre con el que también se le conoce a la selección balcánica, y que fue producido por tres jóvenes mexicanos del CCC  (Centro de Capacitación Cinematográfica).

En esta pieza se cuenta la manera en que durante los años 90, justo después del reconocimiento de independencia, lograron solidificar el proceso de paz.

Sólo 13 selecciones han logrado llegar a una final de la Copa del Mundo. Croacia se estrenará en este tipo de partidos, mientras que Francia jugará su tercera final, con marca de una ganada y una perdida. Ambos llegan con merecimientos y en diferentes condiciones, pero lo de los balcánicos debe tener un reconocimiento especial, ya que parece que para llegar, primero se debe sufrir.

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