Más tardó Octavio Romero Oropeza en acomodarse en su silla de director general que en estallarle su primera gran crisis: la del desabasto de combustible. A 41 días de asumir el cargo, el titular de la empresa productiva del Estado experimenta un severo desgaste tras rehusarse a salir de su fastuosa oficina del piso 45 de la torre de Pemex para explicarle a los mexicanos por qué no hay gasolina en muchos puntos del país y cuándo va a quedar resuelto el problema.

Romero Oropeza rompió el récord de tiempo en el que enfrentó su primera crisis. Emilio Lozoya, el primer director general de Pemex en el sexenio de Enrique Peña Nieto, tuvo su primer escándalo dos meses después de rendir protesta, tras la explosión de gas ocurrida en uno de los sótanos del edificio B2 de las instalaciones principales de Pemex en la Ciudad de México, la cual dejó 37 muertos. A la fecha, los escándalos lo siguen persiguiendo.

Romero Oropeza, cuentan integrantes del equipo de Morena, es un hombre irresoluto. Como otros integrantes del gabinete de Andrés Manuel López Obrador, aborrece los medios y los reflectores. Su falta de experiencia política y mediática evidencian sus inseguridades, tal como sucedió en el video que grabó junto a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, para informar sobre el desabasto de gasolina. Sin decir una sola palabra, el director general de Pemex lo dijo todo con su lenguaje corporal: con la cabeza y la mirada clavada hacia abajo, con los dedos entrejuntados y un semblante desolador.

Algo similar sucedió en el video que publicó el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, junto al director de Pemex, quien parece que fue obligado a salir en la toma a decir lo que el mandatario estatal le sugirió. La única frase general que esbozó Romero Oropeza es que la empresa tiene, supuestamente, inventarios para más de 10 días, y descartó que sea un problema de desabasto generalizado de gasolinas.

El silencio de Octavio Romero lo han tenido que llenar la secretaria de Energía, Rocío Nahle, con declaraciones arrogantes como que “el cierre de ductos durará lo que sea necesario”, al igual que el traslado de gasolina en pipas; y el propio Andrés Manuel López Obrador, a veces negando el desabasto y otras veces aportando información incompleta sobre la causas y/o las soluciones del problema; o bien acusando sabotaje a los ductos.

Octavio Romero es amigo y paisano de Andrés Manuel López Obrador. Fue su oficial Mayor cuando encabezó la jefatura de Gobierno del otrora Distrito Federal y después alcalde y diputado federal, así como consejero Nacional del PRD en Tabasco.

El ingeniero Agrónomo por el Colegio Superior de Agricultura Tropical de Cárdenas, Tabasco, es un férreo crítico de la reforma energética llevada a cabo por Enrique Peña Nieto, lo cual, dicen allegados a Morena, le valió su actual puesto de director general de Pemex.

En septiembre del año pasado, la periodista Martha Anaya describió una reunión entre Romero Oropeza con los entonces directivos de Pemex, en la cual se evidenció el desconocimiento del tabasqueño en muchas áreas y que los planes y proyectos de la nueva administración habían sido instruidos personalmente por Andrés Manuel López Obrador.

En esta columna también dimos cuenta, en noviembre, de una junta que tuvo Romero Oropeza con el ex director general de Pemex, Carlos Treviño, en la que le pidió cancelar el contrato de importación de 1.4 millones de barriles de crudo ligero de Estados Unidos, a solicitud del entonces presidente electo de México. La respuesta fue negativa, pero al tomar ellos la dirección de la empresa, podrían hacer lo que quisieran, les reviró Treviño, según una fuente de alto nivel que presenció la reunión.

A la fecha se desconoce si el nuevo gobierno canceló o redujo las importaciones de crudo y gasolina en la temporada de fin de año; de haberse hecho, eso explicaría parte del desabasto de combustible, aunado a la estrategia de combate al huachicol. En el puerto de Tuxpan hay una fila de barcos tanque provenientes de Estados Unidos esperando a descargar combustible.

El presidente y la secretaria de Energía han negado la reducción de las importaciones.  
Ojalá que así sea, porque si no sería un escándalo de dimensiones internacionales.
 
Posdata.
¿Por qué la urgencia del secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, y del director de Finanzas de Pemex, Alberto Velazquez, de salir corriendo a Nueva York en medio de esta crisis? ¿Qué le fueron a decir a los inversionistas o qué saben en Estados Unidos sobre la situación de Pemex?
 
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