¿Cuál es el camino del deporte en México? Por lo pronto el inicio del sexenio ha sido sin rumbo, navegando para todos lados, pero sin ir a algún lugar.
Después de 83 días de que inició el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, nadie presenta el plan de deporte para el año, cuando en realidad debería  ser un plan estructurado para todo el sexenio.

La directora de la Conade, Ana Gabriela Guevara, llegó tarde a tomar su puesto —hasta el 20 de enero— desperdiciando días valiosos, ya que si no estaba lista la documentación para su toma de protesta, pudo planificar desde sus oficinas del Senado. No fue así.

Muy revuelto está todo, federaciones que hacen lo que se les pega la gana y hacen a sus atletas pelear sin que la autoridad ponga orden, como fue el caso de la Federación de Natación, que sigue sumando escándalos, ya que en diciembre tampoco nadie hizo nada al reconocer que la alberca del Nacional de Curso Corto contenía agua tóxica.

Lo que sucedió hace unas horas por la discusión de quién debe ir a la Serie Mundial de Clavados, va más allá de los intereses de la vocera de la Federación y representante de atletas involucrados; es la muestra de la falta de una figura que ponga orden. Fue el diputado Ernesto D’Alessio,presidente de la Comisión del Deporte de los legisladores, quien señaló que en contra de la Federación de Natación existen once desacatos por la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte en México (CAAD, que también depende de la SEP) y que tendrían que ser sancionados por la Conade.

La CAAD no tiene facultades para sancionar, solamente avisan  al máximo organismo del deporte en México para que éste inicie el proceso de sanción. ¿Por qué no lo habrá hecho?

Es un año importantísimo para los atletas, que como siempre son lo más perjudicados. Es la antesala a Tokio 2020, donde las aspiraciones deportivas están en disputa y las autoridades deberían ser menos mercenarias y más solidarias. En el verano serán los Juegos Panamericanos en Lima, y hay muchísimos que aún teniendo las marcas para estar en la competencia continental no tienen claro si van a acudir o no.

Por si este descontrol fuera poco, que no lo es, sumemos que la activación física está por los suelos. La lucha contra la obesidad en México no debe parar por intereses políticos, pero por el momento no hay programas que sustenten que a la población se le esté motivando a ejercitarse. No, las autoridades, incluido el Presidente, parecen estar más preocupados por la Fórmula Uno, el beisbol de la Liga Mexicana, la NFL o el WGC, en lugar de ordenar que de una buena vez inicien con el fomento al deporte, masificación y un verdadero plan para combatir el sedentarismo.

Y los temas y problemas que están abiertos tienen solución inmediata. Si en la natación siguen siendo evidentemente favorecedores de los intereses de los promotores y no de los atletas que se ganan deportivamente sus lugares, entonces está en las manos de los 36 presidentes de las Asociaciones de Nataciónque forman la Federación y que sí quieren el bien de su deporte, convocar a elecciones para elegir a un nuevo dirigente que  cumpla con los objetivos globales, no particulares.

@gvlo2008

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