La caricatura que fue Pumas en el inicio de la Liguilla no puede esconder ese concepto ambiguo y poco leal que manifestó Arturo Brizio, horas antes del partido, en la Federación Mexicana de Futbol. Al referirse al despido de Adalid Maganda como incapacidad y nunca como un acto de racismo como lo ha señalado el propio árbitro guerrerense, abre una gran puerta que tiene que cerrar de inmediato el propio Brizio.

No es la misma incapacidad la mostrada por Luis Enrique Santander, como ayer regalándole un penalti al América, o la de Jorge Antonio Pérez Durán, en el Tigres vs Monterrey del sábado pasado, es decir, todos los árbitros que maneja la Comisión son incapaces y a ninguno ha despedido mas que a Maganda. Sería bueno que a Santander lo despidieran de una vez por todas, porque los aficionados se dan cuenta que no sirve para maldita la cosa.

El regreso de los Pumas a la Liguilla fue desastroso, el América entendió desde el minuto 1 que para reencontrarse con el gol había que volver con sus estelares. Porque entre Ménez, Domínguez, pero sobre todo, Matheus Uribe, le dieron un dinamismo, profundidad y esencia distintas a lo visto en los últimos partidos del torneo regular. Tampoco el rival es un parámetro para decir que el América es la aplanadora que sus aficionados desean, pero ayer, cumplió con el principio básico del americanismo: destrozar, aniquilar y humillar al rival odiado.

Esta eliminatoria, si la perdiera el América, sería la catástrofe más representativa de su historia, anotar cuatro goles de visita, tener la ventaja en la tabla de posiciones y cerrar en el Estadio Azteca, no da pie a ninguna remontada del equipo de David Patiño, que sin meter las manos se están despidiendo de la Liguilla y muchos de sus futbolistas de la institución, entre ellos, Nicolás Castillo, que será una misión imposible retenerlo en este club en el verano de contrataciones.

Este es un punto a favor de Miguel Herrera, aunque no ha ganado nada en su regreso, siempre será para los seguidores del América extremadamente satisfactorio humillar a los Pumas, por lo que el sábado, si cambia su manera de jugar, sería como darse un balazo en el pie y tirar a la basura la imagen que dejó en CU.

Así inició la Liguilla, con un poderoso América y una mentirosa Comisión de Arbitraje, que a algunos, sí se atreve a correr por incapacidad, pero a los incapaces, no los corre,  argumentando que todos los seres humanos tienen errores. El viernes pasado en la final femenil, el arbitraje de Mario Terrazas fue vergonzoso y por lo que se sabe, nadie lo ha despedido.

@gvlo2008

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