Mientras Carlos Vela lleva de su mano a un equipo de expansión a la Liguilla por el título de la MLS, los hermanos Dos Santos fracasan rotundamente con el Galaxy de Los Ángeles, porque ni siquiera fueron capaces de llegar a la postemporada, pero tampoco fueron el imán de taquilla que se esperaba.

Giovani, quien percibe cuatro millones 250 mil dólares anuales, esta vez no fue ni tribunero, ni taquillero, y estuvo muy lejano a ser el referente de un equipo que se hundió en la mediocridad. Jonathan, quien recibe un salario de dos millones de dólares al año, sin caer a tan bajo nivel como su hermano mayor, tampoco fue una maravilla, para poder evitar la eliminación del Galaxy.

¿Y eso qué tiene de coyuntural? Mucho, porque la misma familia Dos Santos ha utilizado en varias ocasiones intereses legítimos de algunos equipos del futbol mexicano, como en el caso del América últimamente, solamente para inflar su valor en el mercado y usar a directivas serias como trampolín para engañar a un tercero y, así, poderse colocar con más dinero en otro equipo. Vaya, es un “coyotaje”, exactamente igual que el modus operandi de promotores, quienes intentan —en los medios de comunicación— filtrar información con respecto al interés de un equipo por cierto personaje, cuando la realidad es que lo que intentan es inflar el valor del futbolista en cuestión.

Por eso, Giovani es inalcanzable para el futbol mexicano. Esa negociación tan redituable con el Galaxy, es imposible igualarla en México. Por eso, el club de Los Ángeles lo quiere colocar rápido en un mercado donde sí paguen lo que ellos invirtieron por él, pero lamentablemente, el nivel futbolístico que tiene hoy no está para algún equipo con esos presupuestos.
Ojalá el futbol mexicano no se deje utilizar de nueva cuenta y, si hay un real interés de algún equipo, que la oferta sea de acuerdo a lo que actualmente Giovani puede dar en la cancha. Los hermanos Dos Santos han ido de club en club y en ninguno se han afianzado. Por algo será.

El caso de Carlos Vela es distinto: donde ha ido, ha lucido, salvo en sus inicios, cuando aún no adquiría la madurez futbolística necesaria. Hoy, Vela debería ser el referente del futbol mexicano y su máxima estrella, pero desgraciadamente su carácter lo ha marginado de esa posición privilegiada, aunque en el campo pocas veces hay algo que reprocharle. Trece goles y 13 asistencias con el Los Ángeles FC indican el buen rendimiento y, sobre todo, el posicionamiento inmediato de un equipo de expansión, que fue de la mano del mexicano.

Así termina la temporada de los mexicanos en la MLS, donde los hermanos Dos Santos decepcionaron rotundamente y Vela demostró que incluso podría tener un lugar de privilegio en Europa.
Y la pregunta del millón: ¿a dónde irán ahora los Dos Santos?

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