Fue frontal ante las cámaras de su televisora, la que lo arropa y la que le entrega cada vez que tiene programa una libertad plena para decir sus conceptos. Hugo Sánchez le hace mucho bien al futbol mexicano, es de los que se atreven a hablar sin pensar en quedar bien con su entorno, porque afirmar en un programa de ESPN que “América es más grande que Pumas” es simplemente ver la realidad, esa que tanto molesta.

El dicho “lo que te checa, te choca” es real, por eso no cayó nada bien que el máximo representante en la historia de Pumas haya lanzado esta declaración, sin duda hiriente para los actuales miembros de un plantel que precisamente el equipo que dirige Miguel Herrera lo destrozó hace unas semanas en la Liguilla por el título del Apertura 2018.

Sánchez Márquez, autor intelectual de la distribución de otra frase popular: “En México, parece que estamos en una cubeta de cangrejos, en la que si uno quiere salir, los otros lo jalan para que no pueda hacerlo”, tiene toda la razón: la envidia y el rencor son parte de este medio y cuando se dice algo que es real, molesta demasiado.

América tiene más títulos que Pumas, sí. América tiene más seguidores que Pumas, también. Eso no está en duda. Lo que habría que reconocer también es que este partido tiene la combinación más explosiva del futbol mexicano. Se mueven pasiones y distintos conceptos, ideologías como con ningún otro enfrentamiento de la Liga.

Y ejemplos de estos duelos hay muchos, desde las finales en la década de los 80 (América ganó el título en la temporada 1984-85 y en la 1987-88), además de la serie por el campeonato de la 1990-91, que terminó en favor de los universitarios con el famoso Tucazo.

A partir de esos momentos, la rivalidad y la manera en que las aficiones de ambos equipos comenzaron a ver este partido cambió para siempre. Por supuesto que bajo la mirada de las autoridades para garantizar la seguridad de los asistentes, ya que se ha convertido en un “juego de alto riesgo”.

Con Herrera en el banquillo americanista, los Pumas no pueden ganar y, lo que es peor, han sufrido severas humillaciones en las dos Liguillas anteriores. Sobre todo en la última, en la que después de empatar a un gol en el partido de ida, el América los goleó 6-1 (global 7-2) en la cancha del Estadio Azteca.

En lo que se refiere a los juegos en el Olímpico Universitario, hay que remontarse hasta noviembre de 2014 para encontrar un triunfo de los auriazules. Fue en la ida de los cuartos de final del Apertura 2014, cuando —con gol de Eduardo Herrera— consiguieron la victoria, la última de la que se tiene registro.

Después de eso, son cuatro triunfos y tres empates para el América en la casa de este acérrimo rival, lo que ha generado que el partido de este próximo domingo —además del regreso de Nicolás Castillo a CU— tenga un extra de atención a lo que ya de por sí tiene regularmente. Y si a eso, le sumamos lo que dijo Hugo Sánchez, encontramos un entorno previo al duelo tan atractivo que lo único que se espera es que lo que suceda en la cancha, cumpla con las expectativas generadas en las aficiones de uno y otro bando.

@gvlo2008

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