El que será el nuevo presidente del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), Antonio de Valle, tiene dos grandes retos al frente de la cúpula de ultrarricos del país: el primero, cohesionar a los empresarios y reposicionar políticamente a la organización; y el segundo, muy importante, tender los puentes con el presidente Andrés Manuel López Obrador y sumar a los grandes corporativos a sus proyectos de gobierno.

Por esto último es que junto con el anuncio de que relevará a Alejandro Ramírez, dueño de Cinépolis, en la presidencia del CMN, vendrá otro que tiene el objetivo de apoyar el programa de Jóvenes Por el Futuro y el empleo. Se trata de un nuevo Consejo para la Formación del Empleo, que también servirá como mecanismo para reforzar este indicador vital para la economía y blindar así a las empresas de las regulaciones del nuevo gobierno.

En dicho consejo convergerán al menos 10 empresarios del CMN; la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde; la titular de Economía, Graciela Márquez; el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, y otros integrantes de las sociedad civil y académicos. La reuniones serán periódicas, al menos seis veces al año.

La segunda de abordo de Antonio del Valle, presidente del Grupo Kaluz, será Blanca Treviño, de Softeck, una empresaria regiomontana cercana a Alfonso Romo que le dará visibilidad a las mujeres empresarias. Es un hecho que en el nuevo CMN se buscará darle más ‘juego’ a los emprendedores y a los representantes de firmas tecnológicas.

Tras la desaparición del Instituto Nacional del Emprendedor, antes encajado en la Secretaría de Economía, se buscará que desde la cúpula de la iniciativa privada: del Consejo Coordinador Empresarial, encabezado por Carlos Salazar, y del propio Consejo Mexicano de Negocios, se reactiven sus funciones y se apoye a los emprendedores en coordinación con la dependencia de Graciela Márquez.

La votación que le dio el triunfo a Antonio del Valle fue cerrada, pero su elección estuvo muy bien pensada: se trata de un hombre de negocios de bajo perfil, con sensibilidad social, presidente de un grupo que concentra lo mismo a la mayor petroquímica de México (Mexichem) que participa en la industria de la construcción con Elementia y en el sector financiero con Ve por Más; además, es hijo de uno de los principales multimillonarios del país: Antonio del Valle Ruíz, cuya relación con la vieja guardia empresarial (Claudio X González, Roberto Hernández, Alberto Baillères y Germán Larrea), es buena. Asimismo, es un gran amigo de Carlos Slim, quien nada más no se haya en la Cuarta Transformación.

El nuevo CMN, que también aumentará su número de integrantes, buscará posicionarse sobre el Consejo Asesor Empresarial del Presidente -donde figuran poderosos empresarios como Bernardo Gómez, de Televisa; Ricardo Salinas Pliego, de Grupo Salinas; Carlos Hank González, de Banorte; Miguel Alemán Magnani, de Interjet; Daniel Chávez, de Vidanta y Olegario Vázquez Aldir, de Grupo Ángeles.

Quieren ser los que realmente le hablen al oído a André Manuel López Obrador. Está por verse.

Posdata.

Un político cercano al Presidente resume en una frase lo que ha sido la relación entre Andrés Manuel López Obrador y la iniciativa privada: “Primero, en campaña y como presidente electo, les ‘leyó la cartilla’; como presidente en funciones los fustigó con iniciativas de reforma a sus sectores de mayor influencia, y luego, desarmados, les pidió su apoyo incondicional.

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