Hay indignación. Generar clicks y audiencias por publicar un audio de Emiliano Sala, jugador desaparecido cuando viajaba sobre el Canal de la Mancha para llegar a Cardiff, es una bajeza, una falta absoluta de respeto. La familia del jugador argentino, que había solicitado se guardara discreción al respecto, fue ignorada.

Todo por unos cuantos clicks o retuits. Esa es la penosa realidad que se vive en medio de un drama que involucra a un deportista. Muchos medios de comunicación no respetaron y seguramente, si se tratara de un familiar de quien decidió publicar tan dramático audio, no estaría en la misma posición, sino igual de indignado como está la familia Sala.

Hacer de este audio la última noticia de un episodio tan lamentable tuvo una respuesta que quienes hicieron la publicación no midieron. Se han “quemado” para siempre y en su conciencia quedará.

Una cosa es hacer polémica, discutir apasionadamente acerca de un fuera de lugar que no era, un gol que debió contar o una entrada artera que no fue bien calificada por el árbitro, a traspasar la delgada línea del respeto que debe existir para quienes están siendo afectados al no saber qué es lo que ha sucedido con el hijo, el hermano, el esposo, el novio.

Sobre todo ante la incertidumbre que acompaña al evento, después de que se suspendió la búsqueda de la avioneta en la que viajaba Sala y de la que se perdió el rastro cerca de la Isla Guernesey.

En este caso, no hay lugar para tratar de ganar una exclusiva. Se trata de una cuestión de vida o muerte, en la que se involucra el sentir de toda una familia y muchas más personas que están al pendiente, que conocen al jugador y tienen la esperanza de volver a saber de él.

Por eso, es censurable la publicación del audio en sitios de internet que ni merecen ser mencionados, pero están en Argentina España y, claro, en México, aunque sean empresas de medios basadas en Estados Unidos. Lo único que han ganado es el repudio de la comunidad internacional, de aficionados al futbol y no que no entienden cómo fue que no respetaron la solicitud de una familia que sufre ante la zozobra por lo ocurrido como Emiliano.

Hay, claro, quien duda de la veracidad de la grabación, aunque eso también queda en segundo término, ya que si la familia había solicitado no echarlo a la luz, era por algo. Luego queda la duda de quién filtró la conversación. Ese personaje también debe tener muy poco criterio para no darse cuenta del daño que puede hacer a la familia del futbolista. En verdad que es algo terrible.

Pésimo”, “de muy mal gusto”, “asqueroso periodismo”, son algunas de las respuestas que usuarios en redes sociales han publicado, en lo que se ha convertido en un termómetro para medir las pulsaciones que ha generado la noticia y esta falta de sentido común de algunos medios.

En fin, aquellos que decidieron que era bueno ganar clicks haciendo noticia algo tan personal, lo llevarán en su conciencia. Y no es ser moralista ni mucho menos, es simplemente respetar la decisión de una familia que pasa por un momento difícil, en espera de tener noticias de este futbolista, de saber qué fue lo que ocurrió con la avioneta en la que viajaba.

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