Nada es casualidad en la política y los integrantes del gabinete de Andrés Manuel López Obrador supieron que detrás de las palabras elogiosas del presidente electo, la mañana del pasado sábado, había todo un mensaje político: “Quiero aprovechar para reconocer el gran trabajo que ha realizado el licenciado Marcelo Ebrard en el tema de la negociación del TLC. Ha sido un gran esfuerzo el que ha realizado”.

El elogio al futuro titular de Relaciones Exteriores, frente al gabinete legal y ampliado, en el hotel Four Points de la Colonia Roma, donde estaba todo el grupo que asumirá el poder el próximo 1 de diciembre, no dejó dudas del mensaje que llevaba, sobre todo viniendo de López Obrador, poco afecto al elogio fácil a colaboradores. Marcelo sólo asintió ante la deferencia desde la tercera fila, pero todos en aquel salón supieron que el canciller ganaba puntos y terreno en la confianza del presidente.

La reunión oficialmente fue sobre “reformas para llevar a cabo los cambios ofrecidos a la ciudadanía; elaborar licitaciones de obras del próximo gobierno; aplicar un programa para que los beneficios lleguen directo a la gente”, según informó esa tardeAMLO vía Twitter; pero fue también descrita por algunos futuros funcionarios asistentes como una “cátedra de política”. López Obrador dio un largo mensaje a sus colaboradores en el que les pidió “ponerse todos a trabajar en serio. No se envanezcan ni actúen con prepotencia. Vamos a llegar al gobierno para cambiar de verdad las cosas y no a simular ni para aparentar”, advirtió.

Dos días después de aquel mensaje de López Obrador, el lunes pasado, los elogios a Ebrard y su trabajo en el equipo de transición tuvieron dos efectos claros, uno económico y otro político: el primero fue el anuncio de la conclusión de un acuerdo bilateral de comercio entre México y Estados Unidos, que aunque ya no es el TLCAN de América del Norte, resuelve el tema de incertidumbre y el rumbo para la economía mexicana, tanto internamente como hacia los mercados internacionales, y le allana el camino al gobierno de López Obrador en materia económica. Y el segundo, ese mismo día se resolvió por abrumadora mayoría de 175 votos que Mario Delgado será coordinador de la bancada mayoritaria de Morena en la Cámara de Diputados, con lo que Marcelo y su grupo se fortalecen al interior del grupo gobernante.

Y para redondear el papel estratégico del futuro canciller, ayer desde Japón se anunciaba que Ebrard visita el país nipón en octubre, en donde ya tiene agendadas reuniones con los directivos de las principales automotrices japonesas que operan en México, a quienes les presentará mecanismos de compensación que les ofrecerá el futuro gobierno para aminorar el impacto de las nuevas “Reglas de Origen” del TLC con EU, que les exige que 75% de autopartes de cada coche fabricado en nuestro país y exportado a Norteamérica sean hechas en EU.

Así que con apenas seis meses de que regresó al país y a la política, tras un autoexilio de tres años, Marcelo retoma fuerza y se encamina a ser uno de los hombres de poder más cercanos en el gobierno de López Obrador.

NOTAS INDISCRETAS… A propósito de ebrardistas y colaboradores a los que López Obrador les ratificó su confianza, la reciente incorporación al gabinete de Simón Levy como subsecretario de Turismo confirma dos cosas: la primera, que el ex director de PROCDMX no era tan cercano al grupo de Miguel Ángel Mancera como muchos pensaban y que, aunque trabajó lealmente con el ahora senador, sulealtad a López Obrador y a Ebrard, con quienes comenzó su carrera política, nunca estuvo en duda. De hecho a Levy lo marginaron y lo acosaron en el gobierno mancerista por no estar de acuerdo en varios proyectos urbanos e inmobiliarios, entre ellos el fallido Corredor y el Cetram Chapultepec, donde se proponían concesiones millonarias de espacios públicos a desarrolladores privados. Fueron tales sus diferencias con el gobierno saliente que tres veces presentó su renuncia sin que se la aceptaran, además de que le abrieron investigaciones, auditorías y hasta amenazas a su familia. Hoy que se incorpora al equipo de Miguel Torruco, Levy afirma que nunca encontraron nada ilegal en su gestión y para probar que tampoco está inhabilitado muestra una consulta reciente a la página de la Contraloría General de la ciudad que en registro de “Servidores públicos con registro de inhabilitación vigente”, arroja el siguiente resultado: “No se encontró ningún registro con la información solicitada. Criterio de búsqueda: Levy Dabbah Simón… Los dados mandan Serpiente doble. Falla el tiro.

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