Sin copa y sin liguilla, así nos dejó el director técnico José Molina después de su horripilante paso por el Ascenso MX en donde sólo pudo conseguir dos victorias y el odio total de una afición exigente e inconforme como la de San Luis.

Molina, quien venía recomendado por su paso en equipos filiales del Atlético de Madrid, no pudo con la responsabilidad que tiene el equipo de ascender y gustar a la afición.

Los “hinchas” del “Atleti mexicano” en su parcialidad se han mostrado renuentes con los cambios que el nuevo equipo conlleva, desde el trillado y sobado tema de los colores, “que si auriazul, que si rojiblanco… ya que jueguen de morado”, hasta la selección de jugadores y hasta el color de las butacas.

Con nada los tienen contentos y el problema es que el cambio de ideología y la incursión del nuevo equipo no se ha podido respaldar con resultados positivos, teniendo como consecuencia que el Atlético de San Luis “no se sienta cómodo jugando en casa”, según declaraciones del ex técnico, quien se quejaba de un ambiente hostil.

¿Y si jugamos sin barras?

Pareciera que el partido contra el NYCFC no dejó nada para el Atlético, más allá de una victoria moral, dejó una gran enseñanza: el fútbol se puede disfrutar sin barras de animación; tras una “supuesta” protesta del grupo “La Guerrilla” que no se presentó en el partido amistoso, el ambiente fue inmejorable en el Alfonso Lastras, familias disfrutando de las acciones, los clásicos gritones que eran el deleite de los aficionados, incluso la comunión del estadio para hacer “ídolo” al joven Justin “Cavani” Jaak, fue una muestra de que la afición potosina va más allá de una porra con antecedentes de violencia.

No obstante, en otros partidos donde “La Guerrilla” protestaba sin cantar al inicio del cotejo, muchos aficionados se le voltearon a la porra, dividiendo por completo a la afición, entre los “Auri-chairos” y los “Agradecidos” como los denominan en redes sociales.

San Luis Potosí ha demostrado que tiene una afición de primer nivel, muestra de ello fue lo que sucedió en el partido de la Selección Mexicana, donde los comentarios positivos traspasaron las fronteras.

No estamos en contra de las barras ni del ambiente que pueden proponer dentro de un estadio, pero a veces su comportamiento es el que daña la convivencia del espectáculo en las gradas y en lugar de apoyar (que al final es su propósito) se vuelven un factor negativo.

Perdónanos Franco Escamilla

Es por todos conocido que el famoso comediante Franco Escamilla tenía pláticas muy avanzadas con el club Atlético de San Luis para transmitir por su canal de radio “La diablo squad”  vía internet, los partidos del conjunto potosino narrados por él y su equipo de colaboradores, para darle un giro diferente a la forma de que veíamos los juegos.


Pero el sueño no se pudo realizar, ya que Televisa, dueña de los derechos de transmisión del Atlético les negó los permisos, tirando así un gran proyecto para ambas partes. Nos comentan que el equipo de mercadotecnia del Atlético de San Luis ya tenía contempladas las transmisiones, también el espacio que iban a ocupar y demás cosas, pero al final el proyecto tuvo que ser declinado.

¿El destino del Atlético hubiera sido otro si los hubiera narrado Franco? Eso no lo sabemos, pero al conocer la afición de “el diablo” por el Cruz Azul, podríamos decir que: Con el Diablo, no se juega.

Además, nos perdimos de unos grandes chistes sobre el Atlético.

Sosa para el “cochambre”

Alfonso Sosa fue presentado como nuevo DT del Atlético de San Luis, esperando limpie todo el ensuciadero que dejó Molina tras su partida, se ve complicado clasificar este torneo y el objetivo primordial ahora es librar el descenso, esperamos lo mejor para “Poncho” y ojalá este Atlético cumpla con lo tanto se le pide, gustar y ganar.

Por Guillermo Pacheco.

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