Un nuevo hallazgo arqueológico en Guatemala vinculado al proyecto La Corona en el norteño departamento de Petén, en la zona selvática fronteriza con México, de unos mil 500 años de antigüedad, permitió identificar a un soberano que ejerció en zonas mayas un gran poder.

Se trata de un altar tallado, de unos mil 500 años de antigüedad, que da luz sobre un rey completamente nuevo de La Corona, confirmó el codirector del Proyecto Arqueológico Regional La Corona (PRALC), Marcello Canuto.

El monumento, el más antiguo encontrado hasta la fecha en el sitio, presenta nuevas evidencias de cómo un reino poderoso, conocido como dinastía Kaanul, comenzó su dominio de dos siglos en gran parte de la región maya de las tierras bajas.

El altar, tras un cuidadoso traslado desde Petén a la capital guatemalteca, se exhibe desde este mes en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología, sur de la ciudad.

Este rey tenía al parecer estrechos vínculos políticos con la capital del reino de Kaanul, Dzibanche, y con la cercana ciudad de El Perú-Waka, indicó Canutto, director del Middle American Research Institute en Tulane University.

Según los responsables del proyecto arqueológico, las excavaciones el 13 de junio de 2017 de los arqueólogos María Antonieta Cajas Alejandro González dentro de un pequeño templo perteneciente al "complejo Coronitas" llevaron al descubrimiento del altar.

El altar, que luce bien conservado, es compuesto de piedra caliza. Tiene 1.46 metros de largo y 1.20 metros de ancho. Su talla en relieve profundo muestra la imagen de un rey sentado de perfil mirando hacia la izquierda.

El soberano lleva en sus brazos una efigie de serpiente de dos cabezas, y de la boca de cada serpiente emerge la cabeza de uno de los dioses patronos de La Corona.

"En tiempos prehispánicos, cada ciudad maya tenía sus propios dioses patronos, y este altar muestra al gobernante de La Corona conjurándolos", explicó David Stuart, experto en epigrafía y director del Centro Mesoamérica de la Universidad de Texas, Austin.

Indicó que "el proyecto había identificado previamente a tres dioses patronos de La Corona en un texto que data del siglo VII dC, por lo que fue sorprendente encontrar una referencia a dos de estos de un siglo antes".

El texto “también identifica al rey como Chak Took Ich'aak, una figura fundamental en la expansión de Kaanul en esta región”, de acuerdo con los expertos.

El PRALC continuará la investigación sobre este nuevo altar y el resto del complejo Coronitas en los próximos meses, a fin de comprender mejor su importancia para el sitio y definir cómo el reino de Kaanul llegó a ejercer poder sobre gran parte de las tierras bajas mayas.

El codirector del proyecto, Tomás Barrientos, expuso que por siglos, en el período Clásico, los reyes de Kaanul dominaron gran parte de la Tierras bajas mayas”. “Este altar contiene información sobre sus primeras estrategias de expansión, lo que demuestra que La Corona jugó un papel importante en este proceso desde el principio", aseveró el también director del Centro de Investigaciones Arqueológicas y Antropológicas de la Universidad del Valle de Guatemala.

Dijo que La Corona durante muchas décadas ha sido conocida como el enigmático "Sitio Q", la fuente de muchas esculturas saqueadas cuyo paradero había sido un misterio hasta hace sólo quince años.

Desde 2008, Canuto y Barrientos han dirigido un programa de investigación multidisciplinario “enfocado en esta importante e intrigante ciudad maya” de la región de Petén.

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