"Hasta el momento hay un avance del 95 por cierto en las acciones de recuperación de los sitios arqueológicos afectados por los sismo del 7 y 19 de septiembre del año pasado", informó Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador nacional de Arqueología.

A pesar que ningún edificio arqueológico está en riesgo, Monte Albán, en Oaxaca es la única excepción, pues hasta el momento el sitio sufre de daños, desde grietas y cuarteaduras hasta desprendimientos de elementos decorativos y deslizamientos en estructuras enclavadas en partes altas, detalló el INAH en un comunicado.

Además, algunas de las zonas presentaron afectaciones en museos de sitio o en áreas de servicios.

“Si se comparan los daños en zonas arqueológicas con los edificios históricos, éstas no resultaron tan afectadas, cuyos procesos de recuperación han sido controlados, ordenados y basados en diagnósticos”, comentó.

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El monumento fue apilado con vigas de madera para evitar su deslizamiento. Foto: Cortesía INAH

Precisó que un caso especial es Monte Albán, donde el Juego de Pelota registró un desplome y el Edificio A de la Plataforma Norte tenía tendencia a desplazarse, por lo que las labores de restauración quizá se prolonguen hasta 2020.

Hasta el momento se encuentra apuntalado y en los próximos días iniciarán los trabajos para su reparación. Ambos se encuentran cerrados a la visita pública y se encuentran supervisados por investigadoras del INAH.

“El trabajo se dividió en tres fases, primeramente fue elaborado un inventario a partir de los reportes que llegaban de los Centros INAH, después inició la etapa de censo para determinar de manera específica la zona arqueológica afectada, y finalmente, la programación para atender los daños, dando prioridad a aquellos que necesitaban una acción inmediata”, puntualizó.

Por el sismo del 7 de septiembre, presentaron afectación principalmente los sitios de Monte Albán, Atzompa y Yagul, en Oaxaca; Iglesia Vieja, Chiapa de Corzo y  Lagartero, en Chiapas; así como Malpasito y Comalcalco, en Tabasco.

Con relación al movimiento telúrico del 19 de septiembre, hubo algunos daños en las zonas de Tlatelolco, Cerro de la Estrella y Cuicuilco, en la Ciudad de México; Chalcatzingo, Xochicalco y Teopanzolco, en Morelos; Cholula, Tehuacán Viejo y Teteles de Santo Nombre, en Puebla; Malinalco y Tenayuca, en Estado de México; La Organera Xochipala,  Tehuacalco y Palma Sola, en Guerrero.

Además de Tula, Huapalcalco y Xihuingo Tepeapulco, en Hidalgo; y Cacaxtla-Xochitécatl, Tecoaque y Tizatlán, en Tlaxcala.

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En la zona arqueológica de Yagúl, la atención fue en grietas en muros internos y externos de la sala de consejos. Foto: Cortesía INAH

Al detallar los trabajos en algunos sitios, señaló que en Morelos, por ejemplo, Chalcatzingo registró fisuras y grietas en los monumentos 1, 2, 3, 4, 34, 41 y 45; una fractura con desplazamiento de roca en el Monumento 5, así como desplazamiento de soporte de una cubierta, fisuras en el Juego de Pelota y en las estructuras A y B. Las acciones emprendidas fueron inyección en grietas y fisuras, consolidación de resanes y sustitución de los desprendimientos, adhesión de partes desplazadas y sustitución de juntas en grietas de los monumentos.

En Puebla, el sitio Teteles de Santo Nombre presentó daños en el Edificio Caracoles y en la Plataforma Sur, ambos ubicados en la Plaza Gran Altar, así como en el Edificio Oriente localizado en el Conjunto Fogones. Ante ello, se realizaron trabajos de consolidación y mantenimiento en las citadas estructuras.

Por su parte, La Organera Xochipala, en Guerrero, sufrió daños moderados como una grieta en la fachada de la Plataforma del Temazcal y en los basamentos de los Clavos y del Patio Quemado, las cuales fueron  limpiadas y  resanadas con mezcla de cal y arena. También hubo caída de aplanados y pérdida de juntas que se atendieron de igual forma con una mezcla de cal química y arena.

En Comalcalco, Tabasco, como parte de los trabajos de rehabilitación, se trabajaron cuatro de los cinco elementos modelados con estuco de los templos: Cha’a Chaak o Batracio; Mascarón de ltzamná; Basamento de los Personajes Sedentes y la Tumba del Señor de los Glifos Puros o de los Nueve Señores.

En el Museo Jorge R. Acosta de la Zona Arqueológica de Tula, en Hidalgo, se realizan trabajos de impermeabilización y se atienden pisos, acabados, cambio de mobiliario en baños, instalaciones hidrosanitarias, eléctricas y de seguridad, reubicación de taquilla y sala interpretativa.

El coordinador nacional de Arqueología subrayó que la recuperación de los monumentos arqueológicos se realiza considerando los sistemas constructivos prehispánicos basados en cal y arena. “Necesitamos que las intervenciones sean rigurosas para garantizar no sólo la recuperación del bien patrimonial, sino su permanencia a futuro”.
   

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