Entierros en la antigua ciudad de Hasanlu, en Irán, han develado que los antiguos persas no creían hace aproximadamente 3 mil años que el sexo de las personas se limitaba a masculino o femenino sino había una tercera categoría.

Megan Cifarelli, historiadora de arte del Manhattanville College, aseguró que en una investigación arqueológica encontraron algunas fosas con objetos masculinos y otras con piezas femeninas, aunque había un pequeño porcentaje de tumbas con artefactos relacionados con ambos sexos.

La experta dijo al periódico que entre los artefactos relacionados con las mujeres aparecerían agujas, alfileres de prendas de vestir y joyas; por otro lado los vasos de metal, armas y armaduras eran relacionados con esqueletos de hombres.

La investigación de Cifarelli arrojó que en un 20 por ciento de los entierros en Hasanlu se presentaban una tercera distribución de los objetos antes mencionados en el mismo lugar. Por ejemplo, un esqueleto atribuido a un hombre incluía una punta de flecha y un alfiler de prenda, que en la cultura persa es "el artículo más fuertemente femenino que existe".

La historiadora, quien dio a conocer su descubrimiento en noviembre pasado en la reunión anual de las Escuelas Americanas de Investigación Oriental en Denver, dijo a Haaretz que era claro que había más de dos categorías de artefactos funerarios en la región.

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