México debe celebrar no por la pérdida de una figura tan importante para las letras y la diplomacia, como lo fue Amado Nervo, sino por pretender que su obra sea más leída entre las nuevas generaciones a través de la enseñanza en las escuelas y la consulta en diversos soportes digitales, opinó el ensayista e investigador, Gustavo Humberto Jiménez Aguirre.

 En entrevista con Notimex, a un siglo del fallecimiento del poeta y diplomático mexicano, dijo que su obra tiene en la actualidad buena aceptación como autor de cuento, de novela corta, poesía, “es uno de los autores más escuchados en una de las plataformas digitales de videos más importantes”.

Como investigador titular en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la máxima casa de estudios, dio a conocer que actualmente la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tiene el proyecto de recuperar de manera ordenada la obra de Amado Nervo, a fin de que toda la información que se publique sea confiable y accesible, para aprovechar que ahora hay interés por leer y escuchar literatura.

Recordó que Amado Nervo abrió camino para el relato fantástico, se adelantó a escribir sobre temas de interés en la actualidad, como la defensa de los animales, “algo con lo que hoy podemos conectar sus propias crónicas”, siempre estuvo muy atento a lo que ocurría en el mundo, era una persona informada, que además amaba la astronomía.

Otro ejemplo de su visión, explicó, es “El donador de almas”, un relato muy abierto, por una parte, es una historia fantástica porque un personaje recibe la donación de un alma, pero a partir de ese detonante se abre la discusión sobre la sexualidad, sobre la convivencia de la pareja, sobre el erotismo, sobre la manera de cómo nuestras personalidades se pueden diversificar.

Por otra parte, resulta un texto sumamente ameno que se presta incluso para ser llevado a otros soportes, como se hizo en una temporada en teatro este año.

Fue un personaje que adquirió una gran popularidad tanto en México como en América Latina, gracias a sus narraciones y crónicas supo ganarse al público que gustaba de estos géneros, fue un prosista muy ameno que sabía cómo contar historias breves, fundador de las ficciones pequeñas e importante como autor de novela corta.

“Todo esto es producto de una trayectoria literaria que empezó en Mazatlán, escribiendo crónica, poesía, cuentos y de la visión que tuvo Amado Nervo de construirse una imagen de un autor que no tenía problema de que fuera leído por “las masas”, considerado nuestro primer escritor para todo público”, destacó Jiménez Aguirre.

Relató que hizo trabajos para periódicos de amplia divulgación en España, donde vivió de 1905 a 1918 como diplomático; sostuvo sus ingresos por medio de la escritura y muy pronto se colocó en una situación de mercado, siempre supo crear para su público, sabía cómo interesarlos. Esto se repite en América Latina porque colaboraba en La Nación y Caras y Caretas de Argentina, y de ahí se replicaban muchas de sus publicaciones en 1918.

Como parte de su trabajo diplomático se puede recordar que el entonces presidente de la República, Venustiano Carranza decide enviarlo a Argentina, Uruguay y Paraguay, donde representó a México como ministro; además de que tenía como misión gestionar en la prensa de América del Sur el reconocimiento al gobierno de Carranza, apoyo que necesitaba el presidente en todo el continente para legitimar de alguna manera su mandato ante Estados Unidos.

Gustavo Humberto Jiménez Aguirre es Doctor en Letras Mexicanas que estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México. Es profesor de la Facultad de Filosofía y Letras, y sus labores más recientes se concentran en la cultura y la literatura modernistas, la novela corta, la crónica mexicana y las humanidades digitales.

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