Las Islas Marías han albergado a prisioneros que van desde ladrones, intelectuales y hasta deportistas, con “Pancho Valentino” como el más famoso de ellos.

El archipiélago se localiza en el Pacífico mexicano y funciona como una prisión sin rejas desde 1905. La Isla María Madre es la más grande y tiene una extensión de 227 kilómetros cuadrados.

Sin embargo, su fama va más allá de ser considerada un paraíso por dichas características, pues este lugar ha sido la prisión de numerosos delincuentes, lo que contrasta con su riqueza natural.

En el mundo del deporte, la historia de “Pancho Valentino” fue la más emblemática. El luchador mexicano siempre fue más llamativo por sus vínculos con la delincuencia, que por sus cualidades en el cuadrilátero.

El crimen que lo llevó a las Islas Marías, fue cuando un 10 de enero de 1957, el gladiador junto a tres cómplices ingresaron a hurtar una iglesia en la Ciudad de México. Pero al ser descubiertos, le aplicó una llave a un padre y le causó la muerte.

Las primeras versiones periodísticas señalaron que había una relación entre “Pancho Valentino” y el sacerdote. Luego se desmintió y fue declarado culpable, dándose el mote en la opinión pública del “Matacuras”.

Después de casi 20 años en prisión, el luchador mexicano murió de un infarto en las Islas Marías en octubre de 1975. Un lugar que, este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto para que dejen de ser prisión y se conviertan en reserva natural.

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