Aunque en los últimos años Saúl Canelo Álvarez se ha mostrado como un boxeador que evita la polémica y los insultos fuera del ring, el tapatío no es ajeno a los escándalos que lo hacen tener un lado B.

El martes por la noche, en la conferencia del pleito que sostendrá contra Gennady Golovkin, el Canelo le dijo a Abel Sánchez, entrenador del kazajo, que se “callara el hocíco” porque hablaba más que su propio rival del 5 de mayo, además de llamarlo “pendejo” y no saber de boxeo.

Y es que Sánchez señaló que el mexicano se la había pasado corriendo en la función del 16 de septiembre del año pasado cuando los jueces dieron empate en las tarjetas finales.

Pero el mayor escándalo del Canelo sucedió en 2015 cuando golpeó a Ulises Archi Solís y que le provocó fractura de mandíbula que imposibilitó que volviera a pelear.

Álvarez y Solis se encontraron mientras corrían en la Barranca de Oblatos, Jalisco y el Canelo le reclamó al Archipor salir con su ex novia.

Saúl lo golpeó en un par de ocasiones. Como consecuencia, Ulises lo demandó en Estados Unidos por nueve millones de dólares, pero llegaron a un acuerdo de ocho millones de pesos para desestimar la demanda.

Abel Sánchez no es el único al que el Canelo le ha dicho pendejo. Antes del pleito con Julio César Chávez Jr, el jalisciense calificó como “pendejo y estúpido”  por que el Hijo de la leyenda insinuó que el ex campeón mediano se dopaba.

El martes en Los Ángeles, Saúl Álvarez y el presidente delConsejo Mundial de Boxeo (CMB), Mauricio Sulaimán, limaron las asperezas que surgieron por el cinturón huichol que el boxeador rechazó al señalar que respondía a otros intereses.

“Desde un principio dijimos que el CMB no iba en la pelea y ellos quisieron subirse a pesar de que hablamos con Mauricio desde antes y le dijimos que no. Detrás de ese cinturón hay muchos intereses”.

El Canelo ha estado rodeado de la fama desde que Televisa tomó su carrera y desde ahí se rodeó de mujeres del espectáculo como Marisol González.

vkc

Google News

TEMAS RELACIONADOS