Debido a la frustración por la derrota en casa, algunos aficionados del Querétaro comenzaron a lanzar objetos a la portería donde se encontraba el portero de Cruz Azul, José de Jesús Corona, en el segundo tiempo del partido en la Corregidora, sin que alguna autoridad hiciera algo al respecto.

Todo comenzó con un encendedor, después fueron algunas monedas que estuvieron cerca del guardameta cementero, quien vio cerca de su posición como caía una botella de cerveza.

Corona trató de enseñarle la botella al árbitro Diego Montaño para que tomara cartas en el asunto, pero el silbante no la veía... Después, un recoge balones se la dio al Comisario del partido y entonces vino lo peor, cuando este personaje realmente no supo qué hacer en ese momento.

El Comisario caminó sobre la línea de banda y sacó su celular, intentó marcar a un número, quizá para consultar qué debía hacer en estos casos, en los que en primera instancia no debería haber botellas de cristal y mucho menos que lleguen al campo de juego.

A simple vista, parecía  que no sabía a quién acudir para resolver la situación y optó por quedarse en esa parte del campo donde no había seguridad, sólo unas personas con chaleco amarillo que se quedaron literalmente con las manos cruzadas, mientras Chuy Corona hacía un entripado por todo lo que le aventaron.

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