La nueva normalidad no ha sido favorecedora para las instituciones bancarias, pues a tres meses de que se reactivaron las operaciones los usuarios siguen reportando inconformidades en estos servicios debido a que hay sucursales que siguen cerradas o que redujeron su aforo por recomendaciones sanitarias, lo que provoca que los trámites y atenciones sean más lentos y que se hagan largas filas.

En entrevista, el subdelegado de la Comisión Nacional para la Defensa y Protección de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) en San Luis Potosí, Felipe Alberto Athié, comentó que la contingencia repercutió no solo en la forma de operar de los bancos, sino también ha causado una crisis financiera que ha obligado a que desde los corporativos nacionales se realicen ajustes, haciendo cierres parciales, reducción en plantillas laborales y hasta cierres definitivos.

Una de las quejas más recurrentes en este periodo de pandemia ha sido que cuando los usuarios detectan cargos no reconocidos en las tarjetas de crédito o débito, se enfrentan a un proceso más largo a causa de que las sucursales permanecen cerradas y las que están abiertas tienen extensas filas.

“Cuando vienen y presentan sus quejas, las personas nos dicen que lo primero que hacen es ir al banco para aclarar los cargos, pero encuentran cerrada la sucursal o las filas son muy largas, pues en algunas tan solo permiten cinco o seis personas adentro; esto, sobre todo, en las sucursales del Centro Histórico, es lo que nos han comentado los usuarios”, explicó.

etp

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