Tras un complicado y penoso proceso para Rosa Margarita, víctima de robo y violación y esposa del exdiputado Adolfo Micalco, un juez con sede en el municipio de Cuautitlán, Estado de México, dictó sentencia de 111 años al agresor. Se trata de Ramón Martínez García alias "El Lagarto", quien escuchó de su víctima las siguientes palabras: “todos los actos que hacemos en la vida tienen consecuencias y la suya, es que estará toda su vida en la cárcel”.

El pasado 8 de junio del 2016 cuando viajaba de la Ciudad de México hacia San Luis Potosí, a bordo de un autobús de la línea ETN, el sentenciado y un acompañante abordaron la unidad sobre la autopista México-Querétaro, a la altura de Coyotepec, para robar a los pasajeros y abusar sexualmente de ella.

Rosa Margarita dijo sentirse satisfecha de la sentencia dictada por el juez, no obstante, reconoció que en todo el proceso recibió buenos y malos tratos de diversos funcionarios de San Luis Potosí y del Estado de México.

Precisa que la titular de la Subprocuraduría Especializada para la Atención de Delitos Sexuales, Contra la Familia y Derechos Humanos, Magdalena Beatriz González Vega, se negó a atenderla debido a su desconocimiento sobre el nuevo código penal, mientras que ya en Cuautitlán, al intentar reconocer a su agresor trataron de influenciarla para que identificara a una persona inocente como el delincuente que la agredió, lo que rechazó tajantemente.

“En Cuautitlán tuve los problemas, querían que acusara a un inocente; al momento de identificar y entrar dice una abogada que es el número uno en el que tengo que fijarme, que él es el culpable y yo le dije: momento, usted no lo vio ¿cómo pueden hacer eso, meter inocentes a la cárcel?, pero no me presté a eso; también tuve problemas con el périto de Cuautitlán que no quería ni hacer peritaje del autobús y lo requirieron con una lentitud terrible”, señaló.

Comentó acerca de su intención para terminar de escribir un libro acerca de su experiencia, con el fin de que esto pueda servir a otras mujeres que pueden o han sido víctimas de violación o abuso sexual,para que se decidan a denunciar, “es difícil y es desgastante, pero esto va a hacer que se corte la cadena y que un delincuente deje de hacerlo”, comentó.

A pesar de que su agresor estará en la cárcel el proceso contra el segundo delincuente continuará y en un par de meses podría ratificarse la sentencia contra el primero, pero la víctima confía en que a pesar del recurso de apelación a la sentencia, no genere mayor modificación y este individuo termine su vida en la cárcel.

vkc

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