En la década de los años 80 comenzó una de la épocas que marcarían el narcotráfico como se conoce actualmente en México, lo malo y lo peor.

Diego Luna, quien se integra a la nueva temporada de la serie Narcos, considera que hoy más que nunca se debe de hablar del tema, aun cuando algunas series, películas y telenovelas busquen enaltecer a los capos de la droga.

Luna destaca la importancia de saber y reconocer de dónde vino la inseguridad y el problema del narcotráfico que actualmente se vive en México donde, dice, la seguridad y la paz social están a manos de grupos delictivos y del narco.

“Lo que no soporto es aquellos que dicen: ‘ya basta de hablar de este tema y estas historias, hay que contar historias bonitas’, porque sales a la calle y todos tienen una historia de conexión con esto. Empezaremos a contar otras historias cuando ésta no sea nuestra realidad, cuando no haya más de 250 mil muertos, cuando no haya desaparecidos ni fosas”, dice el actor en entrevista.

Con esa idea, Luna aceptó participar en la cuarta etapa de la serie de Netflix que se estrena este viernes.

“El hecho de que alguien pida que esto no se hable me parece muy peligroso porque en ese momento estaremos normalizando lo que tenemos y aceptándolo como nuestra realidad y me niego a pensar que esto sea nuestra realidad”, explica.

El histrión da vida a Miguel Ángel Félix Gallardo, quien en los 80 fue llamado el zar de la cocaína en México y quien fundó el primer cártel de Guadalajara. Es considerado uno de los capos de la droga que inició toda una red de corrupción que hoy día ha desembocado en diversos carteles en todo el país.

Cuando se dio la noticia de que Diego estaría en esta nueva temporada, le llovieron críticas, pero dice que sabía, con tan sólo haber escuchado lo que preparaban en esta nueva entrega de la serie, que harían todo menos enaltecer a los narcos.

Todos tenían una postura antes de ver la serie (lo atacaban) y ahora, señala, le gustaría tener las opiniones después de que la vean.

“Con la única opinión que no concuerdo y con la que sí me manifiesto en contra es con quien dice que no hay que hablar del tema”.

Aunque Diego considera que su alter ego en la ficción fue un hombre deplorable, con un negocio ilícito e iniciador de toda una red de narcotrafico que perdura hasta estos días, también señala que era un hombre con códigos y normas, que hacían que la seguridad de los ciudadanos no se viera afectada, algo que dice, hoy en día ya no pasa.

“Antes los cárteles estaban en control de sus emociones, estos cuates eran otra cosa, hablan de Félix Gallardo como un gran empresario y eso era porque seguía códigos, códigos que le hicieron poner en la mesa a todos y eso es un don que tenía”, expresa.

Parece que el actor de 38 años comulga con aquella frase que dice que “hay que conocer el pasado para no repetirlo en el futuro”, por eso asegura que es importante que una serie como ésta sea vista.

“A mí me gusta que nos regresemos al pasado para saber cómo chingados llegamos a esto porque lo que vivimos ahora es brutal, los números de violencia, desaparición y muerte son alarmantes desde cualquier punto de vista, trasciende a cualquier dictadura en Latinoamérica, hay muchos más muertos que los que cayeron en Vietnam, estamos en un momento de total descontrol”, afirma.

Esto hace pensar a Luna que si bien la historia habla de una problemática que aqueja a gran parte de Latinoamérica, en especial México, debería ser vista por un público global, ya que el tema de las drogas, su consumo y tráfico es mundial.

“Cuando hacíamos esta serie pensaba mucho en ese público al que no le interesa México ni mi contexto, que a lo mejor ve esta serie y la próxima vez que vea una línea de coca pensará qué fue lo que tuvo que pasar para que esa línea llegara a sus manos. Si eso lo logramos, ya valió la pena hacer la serie”.

Para Luna, Narcos no tiene que ver con México contra Estados Unidos, mucho menos con polarizar opiniones; tener ideas extremas, sostiene, sólo ha llevado a que la problemática acerca del narcotráfico crezca.

Diego aclara que simplemente quiere exponer a través de su encarnación de Felix Gallardo cómo es que el narcotráfico ha crecido a los niveles que hoy se tienen.

“No queríamos contar una historia de buenos y malos, esos no existen. Ya estoy cansado de los extremos. Ahora vivimos en un desastre, Félix Gallardo logró un andamiaje de algo que se vino a bajo después. Esto no habría llegado tan lejos si el poder no se hubiera coludido, si el poder político no fuera una pieza clave, si las policías no se hubieran corrompido, si los militares no hubieran jugado el juego que jugaron y de los dos lados de la frontera”.

Las anteriores tres temporadas de Narcos abordaron la consolidación y caída del capo colombiano Pablo Escobar.

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