De manera preocupante aumenta el consumo de inhalantes y de marihuana entre niños y la población juvenil, así lo reveló el director del Centro de Atención Juvenil, Agustín Zárate Loyola, ya que precisó que este centro ha documentado diferentes casos en donde desde los nueve años se tienen contacto con este tipo de drogas.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017, la adicción a la mariguana ha alcanzado a niños y jóvenes de 12 a 17 años de edad.

El especialista en el tratamiento contra las adicciones dijo que el rango de edad donde se concentra la mayor parte de los casos atendidos oscila entre los 12 a los 17 años de edad, aunque destacó que es difícil mantener un seguimiento de recuperación debido a la facilidad de adquirir estas sustancias hoy en día.

“Hay muchísimas variables, gran parte de ello tienen que ver la evolución de la informática del internet, encontramos exposición de información que causan daño a quienes acuden a ella, como una especie de invitación al consumo”.

En 2016 se registraban 395 mil niños y jóvenes adictos a enervantes y en lo que va del año se registró un aumento del 125 por ciento, al contarse 888 mil niños y jóvenes adictos en todo el país.

Zárate Loyola estimó que semanalmente están dando tratamiento a 40 personas, no sólo con adiciones de alcohol y tabaco, sino también de consumo de cocaína y principalmente marihuana.

“Generalmente todo este trabajo que realizamos tiene resultados satisfactorios, otros se retiran del programa de rehabilitación, tenemos más margen de éxito que de fracaso aunque a veces es difícil el seguimiento”, puntualizó.

De acuerdo a una investigación realizada por la Secretaría de Salud, el inicio del uso de drogas a menudo ocurre durante la adolescencia o juventud, periodo de transición caracterizado por estrés, ansiedad y la búsqueda de nuevas sensaciones, así como de diferenciación de los adultos.

El estudio expone que puede comenzar como una forma de manejar emociones negativas y de respuesta al sentimiento de vivir en un mundo caótico y hostil. Se ha señalado reiteradamente que la presión del grupo de pares, la curiosidad y la pobre integración familiar son factores que contribuyen al uso de drogas.

Asimismo, son mencionados otros factores como la pobreza, la falta de alternativas y una percepción desesperanzada del futuro.

Otros estudios sugieren que los que están en mayor riesgo de consumo tienen características que los alejan de los valores convencionales con mayor preocupación por su independencia y autonomía, que deriva en una visión sombría de la sociedad en general, poca compatibilidad entre las expectativas familiares y las de su grupo de pares, y que perciben poco apoyo familiar, valorando más el de sus amigos.

vkc

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