“Nunca fui el mejor, nunca tuve títulos como estar en la escolta o recibir reconocimientos por mejor promedio, fui un niño rebelde”, contó seguro Jesús Rodríguez Ávila, el joven de 25 años de edad originario de Cerritos, que gracias a su perseverancia e interés por la aeronáutica busca acudir a finales de año a una estadía del programa Aexa, en una estación de la National Aeronautics and Space Administration “Nasa” en Alabama, Estados Unidos

Un sueño desde niño

En entrevista para EL UNIVERSAL San Luis Potosí, Rodríguez Avila relató que de niño, “como todos, creo que tenemos el sueño de ser astronautas, conocer el universo, en un momento de mi niñez yo pase por eso”, pero con el paso del tiempo los sueños se pierden o se modifican. En su caso, reencontró una parte de ese viejo anhelo en la universidad, en su pasión por la aeronáutica y el conocimiento aeroespacial.

Rodríguez Avila explica que al terminar la preparatoria en el Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA) 123, decidió migrar hacia la capital potosina para continuar con su formación universitaria en el Instituto Tecnológico de San Luis Luis Potosí, donde obtuvo una licenciatura en Ingeniería Mecánica.

Explicó que fue durante su licenciatura que descubrió un mundo de posibilidades y su pasión, la cual está en la ingeniería aeroespacial o aeronáutica.

Los conocimientos en el ramo son complejos, pero también importantes, el mundo transita hacia tendencias donde apuntan los avances tecnológicos, la cadena de valor de esta industria está ligada a actividades de punta, para elaborar productos y proporcionar servicios para transporte, comunicaciones entre otros.

De SLP a la NASA: Jesús Rodríguez, el “niño rebelde” de Cerritos que luchó para ir al espacio
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Pero explorar más sobre aeronaves desafortunadamente no los pudo encontrar en San Luis Potosí, no hay posgrados, ni carreras de este tipo. Migrar nuevamente dibujó el destino pues fue así que llegó a la Universidad Politécnica Metropolitana de Hidalgo. 

Para llegar al posgrado “fue todo un reto”, recuerda. Quedó seleccionado entre 30 aspirantes iniciales, luego de un largo proceso de entregas, exámenes, presentaciones, periodos de propedéutico y una entrevista ante un consejo académico, quienes finalmente eligieron a sólo ocho candidates. Ahora pertenece a la cuarta generación de maestros ingenieros aeroespaciales de la UPMH, proceso que inició durante la pandemia.

Refuerzo familiar

La historia de sacrificios y esfuerzo también se extiende hasta sus lazos familiares, quienes han sido su principal motivación y apoyo económico y emocional. “Yo le agradezco mucho a mi papá, a mi mamá, porque sin ellos yo no hubiera podido sacar la carrera en San Luis Potosí, ellos tenían que estar pagando renta en Cerritos y otra en San Luis, comida, todo lo que se ocupara, fue un sacrificio muy grande y se los agradezco y trato de hacer lo mejor para que valga la pena todo el esfuerzo que ellos hicieron”.

Perseguir sus sueños lo ha llevado a caminar cada vez más lejos. Desde hace un año radica en el estado de Hidalgo, lugar donde ha logrado acoplarse con precariedad y sobrellevando dificultades.

“Nunca se rindan, cuando yo platicaba que quería hace una maestría en Ingeniería Aeroespacial me dijeron 'es imposible, estás soñando muy alto', pero no es imposible, todo se puede con esfuerzo y dedicación, no ha sido fácil, a mí me ha costado mucho hasta donde estoy”.

“A veces extrañó estar en casa, mi madre, mis hermanos y amigos, he tenido momentos dentro de mi carrera que se me han complicado como no se imagina, pero tener motivación es lo que te hace que te muevas, que sigas adelante”, relató.

Jesús es el cuarto de seis hermanos y hermanas. En total su familia la componen nueve integrantes, contando a su papá, su mamá y su abuelita, quien vive con ellos.

Su familia y sus sueños lo han empujado, al menos es la lección que su camino le ha enseñado, dice, a poder conseguir aquellos objetivos que parecerían imposibles.

Investigaciones actuales

El joven cerritense actualmente realiza investigaciones para la generación de energía eléctrica con desechos nucleares para misiones y vuelos espaciales y su investigación lo pone de nuevo a soñar más alto y más lejos.

La educación que se brinda en las instituciones educativas en México están muy alejadas de la realidad. La naturaleza de la industria aeroespacial exige innovación tecnológica, capacitación permanente del talento humano que la estudia.

Aexa es un programa en el cual Jesús busca aplicar y ampliar sus conocimientos. Explicó que esta estadía consiste en reunir a un grupo de estudiantes de todo el mundo, para por grupos realizar un proyecto en el que astronautas más capacitados y con experiencia, lleven a cabo el experimento en la órbita de la tierra. Este año solo se invitó a un grupo de nueve estudiantes.

La oportunidad de expandir ese tipo de conocimientos sólo es posible gestionarlas en las instalaciones como la NASA. No por nada muchos estudiantes y académicos interesados en el campo buscan ir a Estados Unidos o salir a otros países a buscar esas oportunidades.

“Esta capacitación a mi me sirve mucho como maestro en Ingeniería Aeroespacial y las aplicaciones que puedo venir a dar a Mexico”, específicamente las puede aplicar en instituciones como el Parque Aeroespacial de la ciudad de Querétaro o dentro de instituciones o centros de investigación.

La divulgación científica, su motivación

Sus aspiraciones son continuar con la generación de conocimiento y la divulgación científica. Sostiene que la divulgación científica en Mexico y su municipio, Cerritos, es importante porque de esa forma se motiva a otras generaciones a tratar de estudiar e involucrarse en este campo de conocimiento.

Por el momento sus ojos se encuentran en el programa. El acercamiento con el Ayuntamiento de su municipio se debió a que requiere apoyo económico para su viaje, trámites y estadía.

El municipio de Cerritos se comprometió en apoyarlo; sin embargo, Jesús planea hacer rifas para poder recaudar más fondos, si es que el apoyo gubernamental se reduce.

Cerritos se encuentra en la transición del Altiplano y la Zona Media, a una hora y media de la capital del estado de San Luis Potosí. Desde hace unos años ha tenido un historial de noticias de violencia que suelen invitar al desaliento, pero en lo más profundo de su esencia, en sus habitantes, se encuentran hombres y mujeres que trabajan por construir un mejor futuro para el municipio.

“Me gustaría hacer muchas cosas realmente, primeramente en este tramo de maestría me gustaría pulir lo aprendido hasta hora. No dejar mi línea de investigación”, contó sobre su posibilidad de regresar a Cerritos, pero asegura que su retorno no quiere hacerlo con “las manos vacías”, sino que busca llevar conocimiento para compartir.

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