Violencia de Género tardará generaciones en poder erradicarse

San Luis Potosí está lejos de ser un modelo a seguir a nivel nacional en cuanto a sus prácticas institucionales para combatir la Violencia Feminicida, en el marco del levantamiento de la Alerta de Violencia de Género para seis municipios de la entidad, así lo reconoció el Subsecretario Jurídico y de Derechos Humanos del Gobierno del Estado, Ulises Valencia Gordillo.

Lo anterior luego de reunirse con Eréndira Cruzvillegas Fuentes, cuarta visitadora de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) quien dialogó con autoridades estatales respecto de las acciones implementadas luego de más de un año que se implementó la Alerta de Género en San Luis Potosí.

Indicó que la funcionaria federal fue clara con las autoridades estatales y les hizo saber tanto las fortalezas pero también las debilidades de San Luis Potosí en la materia y una de las conclusiones a las que se llegó es que la Alerta de Género ha sido poner en los reflectores y en la discusión pública el problema de la violencia en contra de las mujeres, pero que se trata de una política pública que debe de ser permanente, sostenible y atemporal.

SLP es el quinto estado con más feminicidios: Leal Tovías

Externó “el problema es que si los estados estamos esperando a que nos digan si nos levantan la Alerta de Género o no, al día siguiente habrá una nueva mujer muerta o una niña violentada, lo cual quiere decir que tenemos que tener una visión generacional, permanente y no temporal”.

De igual forma Valencia Gordillo manifestó que la realidad es que el tema de la violencia en contra de las mujeres es cultural y generacional, por lo que no se va a poder erradicar de la noche a la mañana, quizá pasen generaciones para que se pueda ver el cambio, no es un tema circunstancial de esta generación, va más allá.

Finalmente admitió “desde el punto de vista institucional nos comentó que en una tabla nacional estamos a la mitad, no somos de los peores estados en cuanto a prácticas nocivas, pero tampoco somos el estándar ni mucho menos un modelo a seguir a nivel nacional, pero sí tenemos las capacidades institucionales para ascender, sobre todo fincado en la base de la voluntad política”.