Un caso atípico de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), conocida popularmente como "enfermedad de la vaca loca", fue detectado en Suiza, pero sin peligro para la salud humana, anunció el jueves la Oficina Federal de Seguridad Alimentaria y Asuntos Veterinarios (OSAV).

La vaca, de 13 años de edad, fue sacrificada de urgencia e incinerada, según un comunicado de OSAV.

"El análisis realizado demostró que no se trata de la forma clásica, sino de la forma atípica de la EEB", precisaron las autoridades suizas en el comunicado.

A diferencia de la versión clásica, esta forma atípica puede aparecer de manera espontánea y no estar relacionada con las harinas animales. "Esta forma atípica de la EEB es segura para la salud humana", subrayó una portavoz de OSAV, interrogada por la AFP.

Este caso aislado no tiene ninguna consecuencia para la explotación de origen de la vaca, añadió la autoridad suiza. Sin embargo, el caso fue denunciado a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), con sede en París, y a la Unión Europea (UE).

La EEB, que surgió en el Reino Unido en los años ochenta, se extendió a muchos países de Europa y del mundo, y causó gran preocupación entre los consumidores. También provocó una grave crisis en el sector bovino.

La EEB pertenece a la familia de las enfermedades priónicas, es decir de las enfermedades neurodegenerativas que existen en muchos otros animales (por ejemplo, la tembladera ovina) como en el ser humano (por ejemplo, la enfermedad de Creutzfeldt Jakob).

Los priones, proteínas que pueden convertirse en patógenos adoptando una forma anormal, son diferentes en cada especie.

En Europa, las medidas sanitarias adoptadas en los años noventa, como la prohibición de las harinas animales, la vigilancia de las contaminaciones cruzadas o la destrucción de los tejidos de mayor riesgo, ralentizaron considerablemente la curva de la epizootia.

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