Socorristas publicaron este sábado cartas escritas por los niños tailandeses atrapados en una cueva en el norte del país, así como de su entrenador, quien se disculpa con los padres de familia por haber llevado a los niños a ese lugar.

“A los familiares de todos los niños, en estos momentos, los niños están bien. Están con un equipo que los está cuidando bien. Prometo que los cuidaré lo mejor que pueda. Gracias por todo el apoyo y lo lamento. A mi Tío y a mi Abuela, estoy bien, no se preocupen demasiado por mí. Cuídense. Tío, por favor dile a la Abuela que prepare smoothie de vegetales y piel de puerco crujiente, porque quiero comerlo cuando salga. Los quiero a todos”, dice el mensaje del entrenador, difundido en las redes sociales de la Marina tailandesa.

“No se preocupen, Papá y Mamá. Hace dos semanas que me fui, pero volveré para ayudarles en la tienda”, escribió otro de los niños, Bew, cuyos padres administran un negocio de ultramarinos.

Dom escribió: “Estoy bien. El aire puede ser un poco escaso, pero no se preocupen. No se olviden de mi fiesta de cumpleaños”.

El de Adul, quien habla inglés y fue con quien se comunicó el primer rescatista británico en entrar a la cámara donde se encuentran los 12 menores y su entrenador, dice: “No se preocupen por nosotros ahora. Los extraño a todos. Quiero regresar pronto”.

Otro de los niños, Night, escribió: “Los quiero, Papá, Mamá y hermano mayor. No se preocupen por mí. Los quiero a todos [y un dibujo de un corazón]”.

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Tle escribió: “Los extraño, Papá y Mamá. Pienso en ustedes todos los días. Los quiero, Mamá y Papá. No se preocupen por mí. Puedo cuidar de mí mismo [y el dibujo de un corazón]”.

La carta de Pong dice: “Los quiero, Papá y Mamá. No se preocupen por mí. Estoy a salvo ahora. Los quiero a todos”, mientras que el de Nick dice: “Los quiero, Papá y Mamá, y también a mi hermano menor Doi. Cuando salga, por favor llévenme a comer puerco. Los quiero, Mamá, Papá y hermano menor”.

Ton escribió: “Papá y Mamá, no se preocupen por mí. Preparen pollo frito para que coma. Los quiero”.

Hay cartas de otros dos niños, no identificados. El primero dice: “Mamá, ¿cómo están en casa? Yo estoy bien. Por favor díganle esto al entrenador en jefe”. En el segundo mensaje se lee: “No se preocupen por mí. Extraño a todos. Abuelo, Nam, Mamá, Papá y todos los demás. Los quiero a todos. Estoy bien aquí. Todos los hermanos oficiales de la Marina [SEAL] me están cuidando bien. Los quiero a todos”.

Un mensaje más, de un buzo que se reunió con los niños, señala: “Los niños dicen que no se preocupen por ellos. Todos están fuertes. Dijeron que quieren comer muchas cosas. Quieren ir a casa de inmediato cuando salgan. Maestros, por favor no dejen mucha tarea”.

Las autoridades intentaron establecer primero un canal de comunicación telefónica extendiendo dos kilómetros de cable en la cueva, pero no funcionó, por lo que optaron por pedir a los niños y al entrenador que escribieran las cartas.

Por las condiciones de los niños, quienes están en la cueva desde el pasado 23 de junio, aún no es posible sacarlos de la cueva buceando, una de las opciones que se evalúan, mientras crecen los riesgos por la falta de oxígeno y la posibilidad de que el lugar se inunde debido a las lluvias. REDACCIÓN, CON INFORMACIÓN DE AFP

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