El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo este viernes en una entrevista que ucranianos, tártaros o "judíos" podrían haberse entrometido en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, pero no el Kremlin.

"¿Por qué han decidido que las autoridades rusas, incluido yo, hemos dado algún permiso para hacer eso?", dijo Putin en una entrevista con NBC television, añadiendo que "no podría importarle menos" si ciudadanos rusos se inmiscuyeron en dichas elecciones.

El fiscal especial estadounidense Robert Mueller lidera la pesquisa sobre una eventual colusión de la campaña de Donald Trump con Moscú para incidir en la carrera presidencial de 2016.

El mes pasado, acusó formalmente a 13 rusos de estar detrás de la operación apoyada por el Kremlin para difundir información falsa e interferir en la presidencial a través de redes sociales. Tres compañías rusas también fueron acusadas.

"¿Y si son rusos qué?", preguntó el mandatario ruso, según la transcripciones de la entrevista difundida el viernes por la noche.

"Hay 146 millones de rusos. ¿Y qué?... No me importa. No me podría importar menos... No representan los intereses del estado ruso", añadió.

"Quizás", dijo el mandatario, "no son ni siquiera rusos, sino ucranianos, tártaros o judíos, pero con ciudadanía rusa (...), o quizás tienen doble ciudadanía o un permiso de trabajo y Estados Unidos les pagó por esto".

"¿Somos nosotros los que hemos puesto sanciones a Estados Unidos? Estados Unidos nos impone sanciones", señaló.

"¿NO ES RIDÍCULO?"
A pesar de la acusación de 37 páginas de Mueller, Putin insiste en que no hay ninguna prueba por ahora de que la supuesta injerencia rusa haya infringido alguna ley.

"Nosotros en Rusia no podemos procesar a nadie que no haya violado la ley rusa... Al menos envíennos un papel... Dennos un documento. Hagan un pedido oficial. Y le echaremos un vistazo", sugirió.

Por su parte el presidente estadounidense Donald Trump ha negado en repetidas ocasiones cualquier colusión con Moscú, y Putin se ríe cuando se menciona la posibilidad.

"¿De verdad alguien cree que Rusia, a miles de kilómetros... influenció el resultado de las elecciones? ¿No te parece ridículo?", preguntó el presidente ruso.

Las acusaciones presentadas por Mueller alegan que la estrategia rusa comenzó en 2014, en principio como un esfuerzo para socavar la confianza en el sistema político estadounidense.

Sin embargo, para mediados de 2016, el plan -bajo la dirección de Yevgeny Prigozhin, un aliado cercano de Putin- se había centrado en dañar la imagen de la demócrata Hillary Clinton y ayudar a Trump, según la acusación.

Trump ha reconocido que Rusia y "otros países" se inmiscuyeron en la elección de 2016, pero insiste en que "no tuvo impacto en nuestros votos".

Los esfuerzos rusos de desestabilización podrían ir más allá de las elecciones estadounidenses: el general estadounidense Curtis Scaparrotti aseguró el jueves a los legisladores que Rusia trabaja para romper la alianza de la OTAN, principalmente a través de sus operaciones por internet destinadas a difundir información falsa.

"Rusia lleva a cabo una campaña de desestabilización para cambiar el orden mundial, fracturar la OTAN y debilitar en todo el mundo a los líderes estadounidenses", dijo Scaparrotti en el Comité de Servicios Armados del Senado.

vkc

Google News

TEMAS RELACIONADOS