Ataviado con traje de presidiario—pantalón gris y blusa beige con café—y con tenis oscuras, encadenado por la cintura y esposado de las manos por delante, el millonario ex presidente panameño Ricardo Alberto Martinelli Berrocal, de 66 años, llegó esta mañana a Panamá tras ser extraditado por el gobierno de Estados Unidos desde Florida, acusado de una serie de presuntos delitos de espionaje político.

Alguaciles federales estadounidenses trasladaron a Martinelli en Miami desde el Centro de Detenciones Federales, donde permaneció preso tras su arresto captura el 12 de junio de 2017, a la base aérea de Opa Locka.

En la pista de esa localidad de Miami abordó la aeronave N-799PA, de propiedad privada, que despegó cerca de las 06:20 horas locales (mismo tiempo del centro de México) rumbo a Panamá.

El aparato aterrizó en el aeropuerto internacional de Tocumen, el principal de Panamá y a unos 24 kilómetros al este de la capital.

La aeronave jet bimotor, operada por la compañía de vuelos ejecutivos Jet Logistics, de Carolina del Norte, fue rentada por el gobierno estadounidense para llevar a Panamá a Martinelli, presidente del primero de junio de 2009 al primero de junio de 2014. El avión aterrizó cerca de las 08:40 horas de Panamá.

Martinelli cumplirá mañana un año de haber sido detenido por EU, a petición de Panamá, y ahora será enjuiciado por los supuestos delitos contra la libertad y la administración pública. Tras su ingreso a Panamá, será sometido a un control médico.

En medio de una pugna judicial y política, el magnate salió de Panamá a finales de enero de 2015 rumbo a Guatemala, donde sin éxito intentó acogerse a la inmunidad como diputado al Parlamento Centroamericano, por lo que prosiguió hacia Florida, donde se instaló y consolidó un auto—exilio hasta que fue aprehendido cerca de su mansión en la localidad de Coral Gables. Miami.

Abogados del ex presidente confirmaron que, aprovechando su estancia en libertad en EU, Martinelli trató de tramitar una solicitud como asilado político en esa nación pero tres meses después cayó preso.

Todavía está por confirmarse el sitio en el que este controversial político permanecerá encarcelado en Panamá.

Escuchas telefónicas. La justicia panameña acusó al ex gobernante de interceptación no autorizada de las comunicaciones de al menos 150 personas en los dos últimos años de su quinquenio desde el Consejo de Seguridad Nacional, una instancia gubernamental de Panamá.

Martinelli se enfrenta a la posibilidad de recibir una condena de hasta 21 años de prisión por cuatro delitos: interceptación de comunicaciones sin autorización judicial; seguimiento, persecución y vigilancia sin autorización; peculado por malversación y peculado de uso.

Luego de una prolongada batalla legal, el Departamento de Estado de EU autorizó el pasado viernes la extradición del ex mandatario a suelo panameño.

Medios televisivos de Panamá reportaron desde Opa Locka que al ex jefe de Estado se le vio sonriente cuando caminó hacia la aeronave y alzó su mano derecha para saludar a reporteros panameños.

La Agencia Francesa de Prensa (AFP) reportó que Martinelli exclamó en Opa Locka que "¡vengo a ver el Mundial a Panamá!", en referencia a la Copa del Mundo de Rusia 2018 que empezará el próximo jueves y en una competencia en la que, por primera vez, jugará una selección panameña de futbol.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá informó ayer que “en cumplimiento a la solicitud presentada por la autoridad competente” panameña, el gobierno de EU decidió “hacer el traslado oficial del extraditado” en un avión privado, “debidamente escoltado por las autoridades norteamericanas”.

En ese sentido, aclaró que “antes de que esa entrega sea efectiva, ni la Cancillería de Panamá, ni ninguna otra autoridad panameña tiene capacidad de dar instrucciones o tomar decisiones sobre el traslado de la persona extraditada”.

Emporio. Nacido el 11 de marzo de 1952, hijo de Ricardo Martinelli, de origen italiano, y de Gloria Berrocal, de ascendencia española, el ahora prisionero está casado con la panameña Marta Linares, con quien procreó tres hijos—Ricardo, Luis Enrique y Carolina—y es un millonario empresario principalmente del sector comercial, con cadenas de supermercados dentro y fuera de Panamá. También tiene negocios en el rubro de los medios de comunicación, así como en industrias y banca, entre otros.

Educado en administración de empresas, en 2009 ganó la presidencia de Panamá como candidato del centro—derechista partido Cambio Democrático y desempeñó una gestión enmarcada en una profunda polémica por los actos de presunta corrupción político en los que quedó envuelto y que también involucraron a algunos de sus ministros.

Aparte del caso de las escuchas telefónicas, la justicia panameña mantiene otras siete causas en contra del poderoso empresario por supuestos hechos de corrupción en su gobierno. En algunos de esos procesos fue declarado en rebeldía durante los últimos tres años, cuatro meses y 11 días de ausencia de territorio panameño.

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