Bruselas.— En las dos últimas décadas, México ha sido una de las naciones económicamente más golpeadas por terremotos, inundaciones y huracanes, afirma un informe de la oficina de Naciones Unidas (ONU) para la reducción de los riesgos por desastres naturales.

Los costos de los desastres geofísicos y relacionados con el clima sumaron en el país 46.5 mil millones de dólares entre 1998 y 2017.

México está entre los 10 países con más pérdidas acumuladas en términos absolutos. En América Latina, sólo Puerto Rico lo supera con 71.7 mil millones de dólares. El resto de la lista la conforman Estados Unidos (944 mil millones), China (490 mil millones), Japón (376 mil millones), India (75 mil millones), Alemania (57 mil millones), Italia (56 mil millones), Tailandia (52 mil millones) y Francia (43 mil millones).

Si se consideran los costos con relación al Producto Interno Bruto, las cinco naciones más afectadas son: Haití, con pérdidas que representan 17.5% de su promedio anual del PIB; Honduras, con 7%; Cuba, con 4.6%; El Salvador, 4.2% y Nicaragua, 3.6%.

Según el informe, elaborado junto con el Centre for Research on the Epidemiology of Disasters (CRED), a nivel global las pérdidas directas por desastres naturales alcanzaron 2.9 billones de dólares durante dicho periodo, de las cuales 77% están asociadas a los estragos causados por fenómenos meteorológicos extremos, principalmente inundaciones y tormentas. El monto representa un incremento de 151% en comparación con las pérdidas contabilizadas entre 1978 y 1997.

El saldo rojo durante los últimos 20 años fue de 1.3 millones de muertos, mientras que los heridos y damnificados sumaron 4 mil 400 millones.

“Los datos demuestran que si bien las pérdidas económicas absolutas se concentran en los países de altos ingresos, el costo humano de los desastres recae en los países de bajo y medio ingreso”, sostiene el documento.

Los sismos, un total de 563, incluyendo tsunamis, son los eventos más letales, acumulando 56% de las muertes, 747 mil 234 para ser precisos; aunque “los fenómenos hidrometeorológicos son los que causan mayor impacto sobre la población y la economía”.

El más destructivo en términos económicos fue el huracán Katrina de septiembre de 2005, con un saldo para las arcas estadounidenses de 156 mil millones de dólares, seguido por el huracán Harvey de agosto de 2017 con un costo también para EU de 95 mil millones. El huracán Wilma, de octubre de 2005, fue el desastre con mayores pérdidas absolutas en el que se vio afectado México, al igual que EU, Honduras y El Caribe. El daño colectivo fue de 25 mil millones de dólares.

“El informe deja claro que las pérdidas económicas causadas por fenómenos meteorológicos extremos son insostenibles y constituyen un importante freno para erradicar la pobreza en las zonas expuestas a estas amenazas”, declaró Mami Mizutori, representante especial de la ONU para la Reducción de Desastres.

También subió la frecuencia de eventos extremos. Se contaron 329 desastres en promedio en las últimas dos décadas, el doble de los 165 promediados entre 1978 y 1997.

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