Washington.— Estados Unidos se retiró ayer del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU), considerándolo una “cloaca” de prejuicios políticos y condenando la “hipocresía” de sus miembros y su alegado “sesgo continuo” contra Israel.

La embajadora de EU ante la ONU, Nikki Haley, viajó a Washing-ton para anunciar la decisión junto con el máximo representante diplomático del presidente Donald Trump, el secretario de Estado, Mike Pompeo. Ambos insistieron en que EU seguirá siendo un país líder en la defensa de los derechos humanos.

“Durante demasiado tiempo, el Consejo de Derechos Humanos ha sido un protector de los violadores de los derechos humanos y una cloaca de prejuicios políticos. Lamentablemente, ahora está claro que nuestro pedido de reformas no fue escuchado”, argumentó EU.

“Tomamos este paso porque nuestro compromiso no nos permite seguir siendo parte de una organización hipócrita y centrada en sí misma que hace una burla de los derechos humanos”, expresó Haley, quien cuestionó a algunas de las naciones que forman el consejo, constituido en 2006 y conformado por 47 países. “Miren a los miembros del consejo y verán una terrible falta de respeto por los derechos más básicos”, dijo la embajadora, quien mencionó a Venezuela, China, Cuba y la República Democrática del Congo.

El anuncio tiene lugar luego de que el alto comisionado de derechos humanos de la ONU, Zeid Ra’ad Al Hussein, considerara “inadmisible” la controvertida política migratoria del gobierno estadounidense.

Pompeo subrayó que “el sesgo continuo y bien documentado del consejo contra Israel es desmesurado. Desde su creación, el consejo adoptó más resoluciones condenando a Israel que al resto del mundo en su conjunto”, añadió.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, saludó la medida de Estados Unidos y calificó al consejo como “una organización hostil, antiisraelí y tendenciosa que ha traicionado su misión de proteger los derechos humanos”.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lamentó la decisión de Estados Unidos y puntualizó: “La arquitectura de derechos humanos de la ONU juega un papel muy importante en la promoción y protección de los derechos humanos en todo el mundo”. Al Hussein calificó la decisión de EU de “decepcionante, aunque no sorprendente”.

El organismo independiente Human Rights Watch (HRW) criticó este paso de Washington, del que dijo supone dar la espalda a las víctimas de abusos en el mundo. “La salida de la administración Trump es un triste reflejo de su política de derechos humanos unidimensional: defender los abusos israelíes de las críticas tiene prioridad sobre todo lo demás”, dijo el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth.

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