El presidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, metió ayer presión al Congreso —especialmente a los senadores de su partido— para acabar con el cierre parcial del gobierno federal, del que culpó de nuevo a la oposición demócrata.

“Genial ver lo duro que están luchando los republicanos por nuestras Fuerzas Armadas y la seguridad en la frontera. Los demócratas sólo quieren que inmigrantes ilegales entren en masa en nuestra nación sin control”, afirmó el magnate en Twitter.

“¡Si el punto muerto continúa, los republicanos deberían ir por el 51% [la llamada “opción nuclear”] y votar un verdadero presupuesto a largo plazo, no CR's [resoluciones de continuidad]”, agregó Trump.

La llamada “opción nuclear”, que el líder de la mayoría en el Senado —en este caso, el republicano Mitch McConnell— puede convocar a discreción, cambia las reglas del Senado al requerir una aprobación sólo por mayoría simple (51) y no de 60 votos.

Sin embargo, un portavoz de McConnell aclaró que el grupo parlamentario republicano en la Cámara Alta “se opone a cambiar las reglas sobre legislación”.

El Senado no aprobó el viernes los fondos para financiar al gobierno y abocó al Ejecutivo de Trump a un cierre parcial e indefinido que entró en vigor a partir de esa medianoche.

La propuesta presupuestaria de los republicanos obtuvo más votos a favor (50) que en contra (48), pero fueron insuficientes para aprobar un proyecto de ley que requería 60 votos.

Esa iniciativa, que la Cámara Baja sí aprobó el jueves, dotaba de financiación al gobierno hasta el 16 de febrero, dando más tiempo a demócratas y republicanos para pactar unos presupuestos definitivos para el año fiscal 2018.

Los demócratas, sin embargo, vincularon su apoyo a que Trump y los republicanos accedieran a regularizar a los cerca de 800 jóvenes indocumentados beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), también conocidos como dreamers o soñadores.

El DACA expira este 5 de marzo, tras ser cancelado el pasado septiembre por Trump. La Casa Blanca ha exigido al Congreso 18 mil millones de dólares en una década para construir un muro fronterizo con México a cambio de una solución para los dreamers, algo inaceptable para los demócratas.

Lejos de negociar una solución, ambas partes dedicaron gran parte del fin de semana a culparse mutuamente del cierre.

Mitch McConnell advirtió ayer de que este cierre va a empeorar mucho a partir del lunes. “Hoy sería un buen día para acabar con eso”, aseveró el republicano, quien insistió en celebrar una votación en el Senado a la 1:00 de la madrugada del lunes, a menos que los demócratas “retiren sus objeciones procedimentales” para votar “más temprano”.

El jefe de la minoría demócrata en la Cámara Alta, Chuck Schumer, rechazó la oferta, pidió una reunión con el presidente y líderes legislativos para dar con un remedio.

“Estamos en un cierre de Trump”, remarcó Schumer, al incidir en que el gobierno “sólo puede funcionar si el partido mayoritario, el partido gobernante, acepta y busca compromisos”.

Recordó que es la primera vez que se produce un shutdown (cierre) en EU cuando la Casa Blanca y ambas cámaras del Congreso están controladas por el mismo partido.

Por la noche, los diarios The New York Times y The Washington Post informaron que los senadores no lograron un acuerdo para votar a la 1:00 am de este lunes y se trabajaba para una reunión al mediodía de hoy, por lo que el cierre del gobierno se extenderá al menos hasta este día.

Ayer, legisladores demócratas dijeron a la cadena ABC que Trump y Schumer habían alcanzado el viernes un acuerdo para financiar el muro, pese a lo cual la Casa Blanca se retractó horas más tarde, debido a que de última hora exigió incluir la eliminación de la lotería de visas y la migración en cadena al trato.

El legislador demócrata Luis Gutiérrez, del estado de Illinois, dijo que su partido estuvo dispuesto a otorgar recursos para la valla fronteriza.

“Creo que el muro es un derroche monumental del dinero de los contribuyentes. Es construir un monumento a la estupidez y es simplemente una idea idiota”, expuso.

Sin embargo, añadió que estaban dispuestos a realizar tal concesión “para que los dreamers puedan tener libertad en este país”.

Los primeros efectos de la paralización se sentirán a partir de hoy con el cese de actividades de cientos de miles de empleados federales.

Unos 800 mil empleados públicos “no escenciales”, de un total de 3.5 millones, se quedarán en casa suspendidos de sueldo. En las Fuerzas Armadas, los uniformados deberán permanecer en sus puestos, pero no recibirán su paga.

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