Casi 400 personas murieron en el potente terremoto y posterior tsunami que golpearon la isla indonesia de Célebes, donde los hospitales no daban abasto para tratar a los heridos.

La Agencia de Gestión de Desastres de Indonesia informó que hasta el momento de este sábado, el balance es de al menos 385 muertos y 540 heridos.

"Desplegamos a miles de personas, sobre todo del ejército y de la policía", informó este sábado el portavoz de dicha agencia, Sutopo Purwo Nugroho, y más de 17 mil hombres y mujeres fueron ya evacuados, una cifra que se prevé que aumente.

 

La mayoría de víctimas se registraron en Palu, una ciudad de 350 mil habitantes en la costa oeste de Célebes, señaló Sutopo Purwo Nugroho, quien reclamó "personal, voluntarios y material especializado".

Las imágenes de Palu mostraban varios cadáveres cerca del mar, algunos de ellos cubiertos con lonas azules. Los coches destrozados diseminados por la zona reflejaban la violencia con la que la ola, de 1.5 metros de altura, golpeó la localidad.

A la agencia le preocupa también la suerte de varios cientos de personas que preparaban un festival en una playa de Palu la noche del viernes, poco antes del tsunami. Los hospitales no daban abasto con la llegada masiva de víctimas y numerosos heridos eran tratados en el exterior. Los habitantes transportaban como podían los cuerpos sin vida de las personas fallecidas.

El sismo afecto fundamentalmente a Palu y a la cercana región de Donggala. "En Palu [...] hay edificios, casas, que fueron destruidas", dijo el portavoz. "Pensamos que decenas o cientos [de víctimas] todavía no han sido encontradas entre los escombros", añadió.

"La Cruz Roja indonesia acelera los esfuerzos para ayudar a los supervivientes, pero no sabemos lo que encontrarán allí", dijo Jan Gelfand, miembro de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja en Yakarta.

El fuerte temblor se sintió a cientos de kilómetros de distancia y apenas se tienen noticias de fallecidos en Donggala, una región al norte de Palu donde al menos una persona murió el viernes.

"No sabemos nada de Donggala y eso es muy preocupante", señaló Gelfand. "Allí viven más de 300 mil personas. Esto ya es una tragedia, pero podría ser mucho peor", añadió.

El sismo, de magnitud 7.5, según el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS), golpeó la isla poco antes de las 11:00 hora local.

Se trata de un terremoto de una magnitud muy superior a la serie de temblores que dejaron este mismo año más de 500 muertos y unos mil 500 heridos en la isla de Lombok, cerca de Bali.

El pánico llevó a los habitantes a huir hacia los puntos más elevados de la ciudad, según imágenes de las televisiones locales. En un video se ve cómo una enorme ola se abate sobre varios edificios e inunda una mezquita.

"Comencé a correr cuando vi las olas que llegaban a la costa", explicó a la AFP Rusidanto, un vecino de Palu, que como muchos indonesios sólo tiene un nombre.

Imágenes difundidas por los medios muestran cómo se derrumbó una planta de un centro comercial en Palu. En otras fotos se veían edificios muy deteriorados y carreteras y aceras agrietadas.

En la ciudad, se cortó la electricidad de forma parcial y se cerró el aeropuerto, así como varias carreteras en torno a la localidad.

El sismo, cuyo epicentro se situó a 78 kilómetros al norte de Palu, se notó hasta el sur en Macasar, la capital de la isla. La tierra también tembló en la isla vecina de Borneo, en Samarinda, al otro lado del estrecho de Macasar.

Indonesia, un archipiélago de 17 mil islas e islotes que se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, es uno de los países del mundo más propensos a sufrir desastres naturales.

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