Hacer transferencias directas a las madres trabajadoras o padres solos en lugar de reintegrar el presupuesto al Programa de Estancias Infantiles (PEI) no es una solución que garantice el cuidado de los menores de edad y vulnera sus derechos humanos, aseguró Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social(Coneval).

A 10 años de la creación del PEI, el funcionario reiteró que ha sido exitoso y cuestionó al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para saber de qué manera el Estado garantizará a esta población el acceso a un sitio que resguarde la integridad física y emocional de los menores.

¿Cuál es su opinión sobre el recorte presupuestal a las estancias infantiles?

—El recorte de más de 2 mil millones de pesos afecta a las personas con menos recursos, es un daño porque este programa está diseñado para ellos, para los más pobres.

El objetivo de las estancias de Bienestar, antes Sedesol, era cubrir a quienes perciben menores ingresos.

¿Transferir dinero a los beneficiarios y no a las estancias es viable?

—Darles efectivo a las madres que quieren trabajar o buscan empleo va a ser insuficiente, porque seguramente no habrá la oferta necesaria de estancias, o bien, el precio será muy alto, por lo tanto la transferencia no es una solución para cubrir esta necesidad y se vulneran los derechos tanto de los niños como de las madres.

La pregunta hacia la actual gestión es saber de qué manera el Estado podrá cumplir con el acceso a estos derechos.

¿Lo mejor sería aumentar el presupuesto del PEI?

—El Estado mexicano debe dar a las mujeres, primero, una igualdad en la participación laboral, y, segundo, presentar una estrategia, ya sea con este programa de estancias infantiles, en la que reintegre los recursos, o por otra vía, pero una que sea viable, que les haga frente a los vacíos que existen, que solucione las carencias de las familias que se sirven de las más de 9 mil estancias.

Dar el dinero a los padres de familia y no a las estancias, ¿evitaría la corrupción?

—Su propuesta de dar recursos a los papás y no a las estancias para evitar desvíos y mal manejo de fondos es bienvenida. Seguro que varios grupos de la población lo necesitan, pero creemos que eso es insuficiente para cumplir con el derecho al acceso a un lugar en el que se atienda con eficacia a la primera infancia.

¿El apoyo directo será suficiente para acceder a una estancia infantil?

—Este programa surgió para cubrir un hueco ante la falta de lugares seguros para los hijos de mujeres y hombres que no están afiliados al IMSS o ISSSTE, que perciben bajos ingresos y no pueden pagar estancias privadas; entonces, no creo que la cantidad venga a resolver sus necesidades.

En el documento que cada año envían a la Cámara Baja, ¿qué recomendaciones hicieron sobre el PEI?

—De entrada, nosotros no habríamos quitado presupuesto a las estancias.

En el documento que mandamos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público [SHCP] y a la Cámara de Diputados dejamos claro que las estancias son un programa prioritario porque dan un beneficio real a los usuarios.

Veo que hay una controversia por el programa en específico, pero entonces la administración federal debería estar planteando una buena estrategia que no deje vacíos y que no sea sólo un paliativo.

¿Opina que el programa se puede mejorar?

—Todos los programas sociales son mejorables. En 2018, el Coneval determinó que el PEI de verdad contribuyó a la reducción de la pobreza y apoyo el acceso efectivo a los derechos humanos. Es un programa muy importante que, claro, puede mejorar como cualquier otro, pero está cumpliendo con su labor.

Sin duda, creo que se debe repensar el tema del presupuesto o plantear una estrategia real y efectiva que resuelva el cuidado de los hijos que requieren las madres trabajadoras y los padres solos, que ellos sepan que los niños están en el lugar ideal.

Habla del PEI como un igualador social, ¿cómo se encuentra México en el ámbito laboral?

—Definitivamente este es un reto importante para el país, se debe igualar a las mujeres y a los hombres en la oportunidad de acceder a un empleo.

Es muy lamentable que sólo 44% de las mexicanas en edad de trabajar lo hagan, contrario a 77% en el caso de los hombres.

Existe una brecha muy alta entre la posibilidad de participación laboral de hombres y mujeres. Desafortunadamente el cuidado de los hijos aún recae en la mujer, por eso las estancias infantiles tienen tanta aceptación porque las igualaba. Vivimos en una nación que está lejos de que las mujeres participen ampliamente en el mercado laboral.

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