Con la más baja representación en el Congreso de su historia, el coordinador del PRI en el Senado, Miguel Ángel Osorio Chong, afirma que no serán “simples testigos” si la mayoría de Morena intenta echar atrás las reformas estructurales del presidente Enrique Peña Nieto.

Con una bancada de 14 senadores, de 55 con los que concluyó el PRI la pasada legislatura, acepta que si hay coincidencia en modificar algo, los apoyarán: “No estamos cerrados a decir que somos dueños de la verdad, las leyes son perfectibles”, dice.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el ex secretario de Gobernación señala que la derrota electoral se debió al costo de las reformas estructurales, que se alejaron de los ciudadanos, pero sobre todo, los señalamientos de casos de corrupción contra los ex gobernadores que los lastimaron más que a otros institutos políticos.

De su futuro político deja abierta la posibilidad para volver intentar ser candidato presidencial en 2024, pero para ello, adelanta, trabajará de lleno en fortalecer al PRI de cara a los comicios venideros.

Sobre la posible legalización de la amapola o la marihuana, Osorio Chong reconoce que es una alternativa para bajar la violencia, pero no una solución. De los 50 mil jóvenes que busca incorporar a las fuerzas de seguridad el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, tampoco lo ve viable.

Con esta minibancada, ¿se puede trabajar?

—Sí, claro, tenemos una bancada con mayores fortalezas que las otras, experiencia legislativa, conocimiento técnico.

¿Cuál será su agenda y el sello que los distinga?

—Obviamente, vamos a tener que entrar a los temas que trae la mayoría y nosotros vamos a fijar claramente nuestra posición sobre qué está sirviendo a México y podemos debatir todo el tiempo que quieran. Si al final, deciden echar para atrás reformas que costó mucho tiempo en acuerdo con los otros partidos políticos y hoy lo quieren echar atrás, pues no seremos simples testigos, fijaremos con mucha fuerza nuestra posición. Si en algunas pudiéramos encontrar que las modificaciones valen la pena, ahí los vamos a apoyar.

¿Qué tipo de oposición va a ser el PRI? Ya no son mayoría...

— Llevábamos 12 años de no ser mayoría, hablo de 2000 al 2012, que no éramos gobierno… incluso, hubo una alianza entre los grupos opositores al PRI en el Senado pasado, donde sumada la oposición nos ganaban muchas votaciones, ellos eran mayoría.

Nosotros sí vamos a hacer política, y nosotros vamos a comportarnos a la altura de lo que debe de hacer la oposición en un país democrático como es el nuestro.

¿No se opondrán a los cambios, por ejemplo, quitarle las tareas de seguridad a Gobernación?

— No. Nosotros vamos a apoyarlos, si ellos creen que es la fórmula, aun pensando yo que no es la fórmula, por supuesto que les vamos a apoyar.

Pero, ¿Morena podría avasallarlos?

—Puede suceder y las ganas, seguramente algunas veces, no se las van a aguantar.

¿Por qué perdió el PRI?

—Son muchas circunstancias. Ahora, se está haciendo un esfuerzo por conocer lo que opina la militancia, lo hace nuestra presidenta, pero los factores fundamentales fueron que podíamos haber actuado como lo decía Maquiavelo hace 500 años (si vas a reformar, reforma una a la vez, porque vas a encontrar grupos de la sociedad que se van a oponer), o como lo hizo el presidente Enrique Peña Nieto, y de la urgente necesidad de las reformas.

Los señalamientos contra tres exgobernadores [Veracruz, Quintana Roo y Chihuahua] fueron durísimos, y se olvidó el caso de Sonora [Guillermo Padres, del PAN], que era escandaloso y se quedaron concentrados en los tres del PRI que, por supuesto, causó indignación y molestia a todos, a militantes y no militantes, a la sociedad en general.

Hay voces que señalan que también el PRI se equivocó en su candidato a la Presidencia, José Antonio Meade, ¿usted comparte esa visión?

—Es historia… Las decisiones del PRI yo siempre las respaldaré, como un acto de lealtad al partido que me ha dado todas las oportunidades en mi vida. Entonces, ver para atrás, no. Vamos a ver para adelante. Tuvimos circunstancias que hay que corregir y que no hay que permitir que nos sigan lastimando y veamos para lograr la confianza de la ciudadanía.

Meade Kuribreña no era priísta, ¿eso no les costó?

—Bueno, se jugó una apuesta, y se vale, se jugó una apuesta ante lo que estaba sucediendo del señalamiento hacia el PRI, en el que un factor externo simpatizante pudiera ser nuestro candidato y tenía el por qué.

¿El electorado castigó al presidente Enrique Peña Nieto?

—Cuando se jugó el Presidente esta voluntad de hacer las reformas por el país, pues él mismo sabía que su imagen y la del partido no iba a ser la mejor.

No le da miedo lo que llaman el talante autoritario de Andrés Manuel López Obrador?

—Espero al 1 de diciembre para verlo como gobierno, porque sí hay que ver que termine de ser candidato, que termine de ser presidente electo, y hay que verlo asumir ya como presidente constitucional.

¿Qué futuro le ve al PRI? Hay politólogos que ven su desaparición.

—No, así dijeron en 2000, en 2006 y ahora lo repiten en 2018, y lo que yo puedo contestarles es que depende de nosotros mismos, de lo que hagamos.

¿Va a trabajar para una candidatura presidencial en 2024?

—Voy a trabajar primero, para que el próximo año el partido tenga la fortaleza que queremos y ya de ahí, iremos platicando el día a día. No es que no vea hacia el futuro, es que me gusta concentrarme en el presente.

¿Pero no lo descarta?

—Nunca descarto nada.

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