Ciudad Victoria, Tamps.— Durante los más de tres meses que lleva la etapa de transición, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, negó que haya recibido emisarios del crimen organizado, y aclaró que en su gobierno no habrá acuerdos con los capos de la droga.

Durante una gira por Tamaulipas, en la que se reunió con el gobernador de ese estado, Francisco García Cabeza de Vaca, y presentó parte de su plan de seguridad, López Obrador ofreció un mensaje a los medios en el que fue cuestionado por la prensa si durante la etapa de transición ha recibido a emisarios del crimen organizado o si su equipo de transición ha tenido mensajes de los capos de la droga para hacer acuerdos.

El presidente electo enfatizó que no, y respondió: “Debe quedar claro que nosotros no vamos a hacer ningún tipo de acuerdo de esa naturaleza”. Antes, el morenista detalló parte de su plan para garantizar la paz y tranquilidad en el país, en el que dividirá al país en 265 regiones y cada una tendrá coordinaciones con Mando Único entre Policía Federal, Ejército y Marina.

Sostuvo que buscará replicar lo que hizo como entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, pero ahora incorporando a elementos federales.

Ante eso, el morenista se puso un plazo de seis meses —a partir de que asuma la Presidencia de la República— para que “se sienta que haya cambios en el país”.

Tras un diagnóstico del equipo de transición, se definió que las 265 regiones y coordinaciones se dividirán en tres niveles: con poca incidencia delictiva, donde se dispondrá de alrededor de 300 elementos por coordinación; regiones difíciles de incidencia delictiva pero no grave, donde se enviarán a 450 elementos; y en las coordinaciones donde hay más incidencia delictiva, más homicidios y secuestros, con 600 elementos.

“El plan va a implicar la distribución de la atención al problema de la inseguridad por regiones. Vamos a regionalizar todo el país con 265 regiones”, dijo el tabasqueño.

López Obrador reconoció que desafortunadamente más de la mitad de las regiones del país son las que tienen una mayor cifra de incidencia delictiva. Ejemplificó que en Reynosa, Tamaulipas, se enviará a 600 elementos por región, mientras que para Yucatán sólo 300.

Aclaró que 70% de toda la estrategia se trata de atender las causas que originan la inseguridad y la violencia, es decir, de tipo preventivo, atendiendo el crecimiento económico, empleo, a los jóvenes, educación y bienestar. En tanto que 30% será la estrategia entre los cuerpos policiacos y militares.

El plan de paz también implica una limpia de las corporaciones municipales y estatales, pero eso —además de un proceso de formación— se debe convenir con los gobiernos de las entidades.

Ejército leal, pero con manchas. El futuro mandatario nacional reconoció que aunque el Ejército es leal y no ha habido un golpe de Estado desde 1913, sí ha tenido manchas como la de 1968, cuando se registró la masacre estudiantil de Tlatelolco.

Enfatizó que respeta a las instituciones militares, toda vez que el Ejército es una institución que merece ser respetada, fortalecida ante una crisis de inseguridad y violencia. Aun así, sostuvo, “hay desde luego manchas, la del 68 es una mancha, y otras, en otros casos, hay manchas”.

López Obrador señaló que las policías no han terminado de agruparse y no tienen la disciplina suficiente, ni tienen espíritu de cuerpo, por eso se requiere de la participación del Ejército y de la Secretaría de Marina en labores de seguridad.

Adelantó que introducirá desde la academia y los colegios militares dos nuevos componentes distintos para las Fuerzas Armadas: un código para regular el uso de la fuerza para evitar masacres, y pleno respeto a los derechos humanos, ya que —afirmó— actualmente no se aplica adecuadamente.

El presidente electo informó que por ahora está en la etapa de exploración para nombrar a los próximos secretarios de la Defensa Nacional y de la Marina, pues conoce quiénes son los almirantes y generales, así como sus perfiles y características.

Reforma energética. En otro tema, López Obrador aclaró que con los 100 contratos otorgados con la reforma energética, no se ha extraído ni un barril de petróleo. “No es un asunto ideológico y político intervenir en Petróleos Mexicanos (Pemex)”, indicó.

A pesar de ello, el mandatario electo aclaró que no hará circo ni espectáculo para meter a la cárcel a corruptos.

El político de Tabasco mencionó de nueva cuenta a la “prensa fifí”, la que, comentó, publica información amarillista. En contraparte, aplaudió el regreso de la periodista Carmen Aristegui a la radio.

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