El coordinador del PAN en la Cámara de DiputadosJuan Carlos Romero Hicks, asegura que su bancada se opondrá a que regrese una presidencia imperial legitimada, ahora con la nueva mayoría de Morena, o que haya un asalto al Poder Legislativo y que se convierta en un querer legislativo.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el guanajuatense señala que ante la nueva realidad del país como oposición acompañarán al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena en lo que haya coincidencias, porque sería irresponsable e inmaduro oponerse por oponerse, “pero donde no coincidamos vamos a generar alternativas” en las que esperan ser escuchados.

Exige de Morena “cordialidad republicana”, y recuerda la promesa de la nueva mayoría de que todos los temas se van a debatir “y que no nos van a avasallar porque todos merecemos respeto y tenemos dignidad”.

Desde ahora, informa que hay acuerdo al interior de toda la bancada para no contaminar los trabajos parlamentarios con la contienda interna por la dirigencia nacional (que será el próximo 11 de noviembre).

Sobre su posible relevo, en caso de que el próximo líder nacional haga cambios en las bancadas, él dice que está en paz con Dios y su conciencia; afirma que va a seguir haciendo su trabajo diario y hará su máximo esfuerzo para mantener cohesionada a su fracción.

¿Hubo agandalle de Morena para presidir la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación?

—Hay una acreditación formal de que tienen mayoría, pero es una mayoría ilegítima, es una mayoría artificial, con trasvases inexplicables [la suma de cinco diputados del Partido Verde Ecologista de México (PEVM)]; damos un reconocimiento porque hay que tener gobernabilidad, pero evidentemente tiene problemas de ética y de legitimidad.

¿Es legal la mayoría?

—Es legal, pero es ilegítima.

¿Y qué pasó?

—Nosotros consideramos que el trasvase era artificial y era ilegítimo, y esperamos que ellos tuvieran esa humildad autocrítica y sensibilidad.

En nuestro mensaje del sábado 1 de septiembre, lo primero que hicimos fue reconocer la mayoría y que trabajaríamos de manera compartida y que no iba a haber conductas para avasallar a los demás.

¿Muere el tema de Morena?

—Vamos a ser vigilantes de este proceso, vamos a construir de buena fe. Nosotros propusimos cuatro cosas: primero, que prevalezcan los principios de ética, legalidad, política y pluralidad; segundo, un rediseño del Congreso. Tercero, trabajar por un parlamento abierto, y cuarto, que to dos los temas se van a debatir y que no nos van a avasallar porque todos merecemos el mismo respeto y tenemos dignidad.

Eso implica la cordialidad republicana y también la colaboración con el resto de los poderes. División de poderes, sí, colaboración republicana, sí, en ese ámbito.

¿Hubo una promesa de parte de Morena de no avasallar a los grupos parlamentarios?

—Lo dijeron en público y lo que queremos son hechos, se cumpla. Entonces, desde la perspectiva nuestra, no es debilidad, es civilidad. No hay que confundir la sensatez con la flaqueza y la prudencia con la debilidad: es civilidad.

¿Qué pasará si al PAN no le gusta una iniciativa de Morena, habrá tomas de tribuna?

—Ese sería un recurso último porque hay reglas para iniciativas y su propio procesamiento. Lo que no queremos es regresar a la presidencia imperial legitimada, que haya un asalto al Poder Legislativo y que se convierta en un querer legislativo. Que haya esa cordialidad republicana.

Hay en la Cámara de Diputados 500 legisladores y en el Senado 128, que estos 628 legisladores merecen respeto, dignidad y tienen derecho a iniciativas para poder conducirse.

Pero no queremos que haya procesamientos que se brinquen la conducta parlamentaria solamente por los números, sino queremos que cada tema se debata a profundidad y amplitud.

Entonces ¿no descartan en un futuro tomar la tribuna?

—Siempre tendremos recursos legales y recursos políticos en cualquier circunstancia. Evidentemente que lo ordinario es seguir los procesos legislativos y lo que pediremos es respeto entre todos nosotros, y por eso, en la revisión que queremos hacer del Poder Legislativo, del Congreso de la Unión, seguramente vendrán algunas evaluaciones para poder continuar y otras para poder adaptar.

¿Cómo se conducirá Acción Nacional como oposición?

—Somos una fuerza de construcción, en lo que coincidimos vamos a acompañar, en lo que no coincidimos vamos a generar alternativas.

¿No se trata de oponerse nada más por oponerse?

—Sería irresponsable, sería inmaduro. Hay que ver tema por tema y vamos a construir con quienes podamos coincidir a nivel general o a nivel de detalle, hasta donde nos dé la fuerza de la búsqueda del consenso.

¿Sobre las faltas de respeto en el pleno del Senado?

—Tenemos que madurar todos nosotros; coincidimos plenamente en que para respetar hay que respetarse, y que hay ciertas conductas que debemos atender en el ámbito de la libertad con respeto, con prudencia, con responsabilidad y con propuestas.

Lo que sí desilusiona es que puedan enterrar su victoria con legitimidades, entonces, son llamadas de atención donde todos tenemos que poner lo que nos toca a nosotros.

No son ni 80 diputados, ¿el PAN llega disminuido?

—No tenemos la mayor victoria evidentemente, eso implica un ejercicio de humildad y de autocrítica.

Nosotros tenemos pasos de libertad, tenemos un mandato muy claro para poder atender la agenda que el país está exigiendo y los temas están claramente denunciados.

El cáncer crónico es la pobreza y la desigualdad, el cáncer más grave es la violencia y la inseguridad, y el cáncer más irritante es la corrupción y su consecuencia que es la impunidad, fuera de eso, tenemos que construir y esperamos ser escuchados y esperamos generar propuestas.

Si eventualmente tendremos que llegar como en los años 40, con nuestros primeros legisladores, puesto que daremos el debate con el riesgo de poder perder las votaciones.

Nuestros grandes legisladores de la primera generación hicieron cambios muy importantes en el país, así eran dos o tres, este es un tema de calidad del debate, no es de los números para arrasar.

¿Serán combativos en el tema de defender sus propuestas?

—En política hay dos temas que no se pueden transigir: principios y legalidad. Cuando alguien cede principios y cede en legalidad, tenemos problemas y ya no estamos haciendo política, estamos haciendo politiquería, entonces ya no es bien común, es mal común o bien particular, y lo que inspira la política y el valor fundamental de la construcción es el bien común.

¿No hay riesgo de que se contamine la bancada con la disputa por la dirigencia del PAN?

—No hay riesgo. Uno de los primeros acuerdos que tuvimos es de una neutralidad democrática, entonces vamos a combinar tres principios. Primero, el principio de la libertad; segundo, el principio de la prudencia, y tercero, el de la cohesión.

Acordamos no traer al grupo ni traer a la agenda del Congreso las batallas propias de la asociación del Comité Ejecutivo Nacional.

Se menciona el tema de quitar a Damián Zepeda de la coordinación del Senado. ¿Usted está firme en la coordinación?

—Yo voy hacer el trabajo diario, todo el tiempo, mientras el presidente del Comité Ejecutivo Nacional me tenga la confianza para ser el coordinador de este grupo.

¿Está usted tranquilo entonces?

—Estoy en paz con Dios, con mi conciencia y con la realidad. Mi mayor obligación es mantener la cohesión del grupo, tener la diligencia y la eficacia de nuestra agenda legislativa, y representar dignamente a los ciudadanos que confiaron en nosotros.

¿Cuál es el mayor reto que enfrenta el Partido Acción Nacional en esta 64 Legislatura?

—Poder responder a las insatisfacciones de los mexicanos. El poder ser innovadores, disruptivos, sin perder la esencia de nosotros haciendo las propuestas legislativas que sean necesarias, porque la población lo que quiere son resultados y más resultados.

¿Ve un bloque de todos los partidos que no son de Juntos Haremos Historia (PT y PES) para oponerse a Morena?

—No, ni lo deseo. Es que no es el todo o nada, no es uno u otro. Habrá que ver tema por tema.

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