Los sicarios del Cártel del Noreste “prepararon y coordinaron” las emboscadas que le tendieron el fin de semana pasado a efectivos de la Marina, en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas, aseguró el abogado Juan Velázquez.

“Se prepararon para emboscar a un primer convoy y para cuando saliera un segundo a apoyar, ya estuviera lista otra emboscada y luego el tercero”, comentó el asesor jurídico de la Marina y el Ejército.

En entrevista telefónica, Velázquez afirmó que los atacantes utilizaron armamento de alto poder, como fusiles de asalto y tipo Barret, cuyos impactos traspasaron el blindaje de las unidades de la Marina Armada.

El litigante aseguró que el helicóptero, que apoyo a los marinos desde el aire, no disparó contra los cuatros civiles, tres de los cuales murieron y uno resultó herido, puesto que “todos los impactos de bala que presentaron son laterales y horizontales de tiradores que estaban parados en la tierra, es decir, a la misma altura de esa camioneta”, en la que viajaban durante el enfrentamiento.

Dijo que, tanto la Marina y el Ejército, cuentan con armamento sofisticado para combatir al crimen organizado, pero no lo pueden utilizar porque violarían tratados internacionales, ya que el país no está en guerra como tal.

“No lo pueden usar y si lo hacen en esta lucha contra la delincuencia organizada, estarían infringiendo tratados internacionales y probablemente cometiendo un crimen de guerra al usar armas de guerra contra una población civil”, indicó.

Esta asimetría, añadió el abogado Juan Velázquez, pone en desventaja al Ejército y a la Marina Armada en el combate a los cárteles que operan en el país, “aunque de alguna manera hay un cierto emparejamiento en la disciplina, adiestramiento y en las condiciones físicas y de salud de los militares”.

Dijo que fue una de las agresiones más violentas que ha sufrido la Marina Armada y que de los 12 marinos heridos en el enfrentamiento, entre 4 y 6 están “a punto de perder sus miembros, las piernas, los brazos”.

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