Tras darse a conocer la lista de los finalistas para ocupar la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (), son tres las mujeres que aspiran a convertirse en la primera rectora: Laura Susana Acosta Torres, Guadalupe Valencia García y Patricia Dolores Dávila Aranda.

Ellas son las mujeres que aspiran a ser rectora de la UNAM:


Laura Susana Acosta Torres


Laura Susana Acosta Torres, de 44 años de edad, es directora de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad León. En una plática con EL UNIVERSAL realizada hace unas semanas, la cirujana dentista y doctora en Ciencias señaló que uno de los principales motivos que la llevaron a participar en el proceso de sucesión de la Rectoría fue el conocimiento que tiene sobre la Universidad.

“He transitado por esta Universidad desde ser alumna en licenciatura, en posgrado, estudiando una estancia postdoctoral, estando en un centro de investigación, posteriormente siendo profesora de asignatura y desde hace seis años siendo directora de un campus de la UNAM en León. Y eso me ha dado una experiencia importante en todos los sentidos y me motiva a querer permear las buenas prácticas y los logros que hemos tenido”, comentó.

También se definió como una “líder innovadora”: “Como una persona que tengo una escucha abierta a las propuestas de todas y de todos, que puede ejercer una gestión con libertad para todas las personas de la comunidad, pero además estoy inmersa, enfocada, inmersa y comprometida con la igualdad de género y sobre todo, con el acompañamiento y la generación de sanciones en todos los casos de la violencia de género”.


Guadalupe Valencia García


Es coordinadora de Humanidades de la UNAM y está consciente de las campañas políticas que se avecinan con miras a las elecciones federales de 2024, pero dice que la UNAM no debe convertirse en una palestra política.

“La UNAM no es ajena a los procesos políticos, mucho menos a una elección como la que se avecina. Veo con muy buenos ojos que en facultades como en Ciencias Políticas, Filosofía y en algunos institutos de Ciencias Sociales y Humanidades se organicen encuentros para analizar las diferentes campañas pero no podemos convertir a la UNAM en palestra política, pero sí dar cabida a la discusión de los procesos políticos de los que todos somos partícipes”, señaló en una charla con El Gran Diario de México.

De 65 años de edad, 40 de los cuales los ha dedicado a esa institución educativa, externa a EL UNIVERSAL que no sólo disfruta de leer poesía, divulgación científica, nadar y de cocinar en sus ratos libres sino también tejer sueños e ilusiones.

“Sigo tejiendo sueños e ilusiones, desde luego. Soy una persona que peca de optimista. Siempre he creído que se puede mejorar el futuro pero no por arte de magia, sino a través del trabajo colectivo. Algunos que me han ido a apoyar, señalan que sé conciliar. Y alguno se expresó así: ‘Ella es una tejedora’. A mí me gusta que me vean así porque además me recuerda que sé tejer”, declaró.


Patricia Dolores Dávila Aranda


Secretaria de Desarrollo Institucional de la máxima casa de estudios, expresó a este diario que quiere ser una rectora de a pie para escuchar de viva voz a la comunidad universitaria.

“Yo fui una directora (de la Facultad de estudios Superiores, campus Iztacala) de a pie y quiero ser una rectora de a pie, acercándome a la gente, caminando. Ando de tenis, porque siempre ando de un lado para otro y yo creo que la mejor manera es acercarse a las muchachas, a los muchachos, a todo mundo, hablar con ellos y tratarlos. Esa soy yo, una persona muy sencilla, no tengo un nombre rimbombante ni nada. Soy una persona que tiene muchos años trabajando, lo hago desde los 15 años”, dijo

Señaló que es muy importante que el rector o las autoridades universitarias “se bajen, salgan y hablen y entiendan qué está pasando, a nivel de suelo, allá abajo, con la gente. Yo sí soy de las personas que cree que hay que acercarse más con las personas”.

Dávila Aranda tiene 68 años de edad, 37 de los cuales los ha dedicado a la Universidad, a la que asegura amar y tener mucho que aportar todavía. Se define como una persona de carácter fuerte, “pero fomento el diálogo, voy para adelante y trato de resolver problemas, no sólo firmar papeles y ganar más”.

“Yo tengo una carrera académica sólida. Soy bióloga y he hecho varias cosas relacionadas con la conservación de recursos. En las zonas áridas trabajando principalmente en cómo mantener los recursos de un lugar, las plantas, los animales y cómo hacemos que la gente los utilice adecuadamente. Fui una bióloga de botas, no de bata al hacer mucho trabajo de campo”, expresó.

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