“Los cubrebocas y la pandemia vinieron a salvarme, de lo contrario, ahorita no sabría qué hacer”, dijo Juan Martín Padrón, también conocido como Alma Roja, un veterano gladiador de Lucha Libre en San Luis Potosí con casi 39 años de actividad, quien aprendió el arte de elaborar máscaras para varios de sus compañeros de profesión y actualmente crea cubrebocas con diseños de las máscaras más representativas de la Lucha Libre en México.

Motivado por el amor a esta actividad, Juan Martín se vio orillado hace muchos años a hacer su propio equipo de luchador tomando la máquina de coser de su madre para poder crear algo con base en su perfil y al mote que había elegido para poder combatir en el ring.

Así como él lo señaló, “echando a perder” fue encontrando empíricamente la técnica correcta para manufacturar las máscaras, hasta que un comerciante de un mercado local le pidió que elaborara algunas de éstas para poder venderlas a los niños.

La calidad y el diseño casi perfecto fue lo que rápidamente le permitió encontrar un oficio en el que varios luchadores le pedían elaborar sus máscaras, aplicando un diseño acorde a su mote y a su perfil técnico o rudo, hasta que logró contar con una cartera de casi 300 clientes.

Figuras locales como Ku klux klan, Mister Llamas, José Muñoz, Los Apaches, Los Coyotes, La Dinastía de Los Gavilanes, Panda, además de los icónicos y legendarios luchadores como Mil Máscaras, Blue Demon, Pierrot, Santo, Huracán Ramírez, Rayo de Jalisco, entre muchos otros más, son parte de las piezas que Alma Roja elabora en su casa-taller.

Hasta hace algunos meses, el maestro luchador podía elaborar cerca de nueve máscaras por semana, cada una con un costo de entre 400 a 600 pesos, lo que le permitía solventar económicamente el día a día; sin embargo, la aparición del Covid-19, al igual que a muchos pequeños negocios, puso freno a su taller e incluso, en algún momento, llegó a pensar en buscar un trabajo o actividad para poder encontrar sustento.

Fue así que un compañero luchador le pidió que le fabricara unos cubrebocas con el diseño original de su máscara para poder regalar a algunos familiares y amigos. El trabajo tuvo tan buena aceptación que decidió iniciar la hechura en mayor escala, pero ahora no sólo con los luchadores famosos, sino incluyendo algunos superhéroes como Flash o Spiderman, lo que actualmente le ha merecido que muchas personas en la capital potosina le pidan más de estos diseños para protegerse de los posibles efectos del virus y, de paso, lucir un singular protector.

“No me costó mucho la transición (de la máscara al cubrebocas), llevo 15 años elaborando la máscara y sólo tuve que sacar el molde de los luchadores para coserlo en los cubrebocas”, señaló.

Actualmente tiene alrededor de 40 diferentes personajes por elaborar y la demanda aumenta de manera importante, por lo que Juan Martín afirmó que el tema del coronavirus le representó, sin pensarlo, una oportunidad de sobrevivir y de desarrollar una idea de negocio.

No obstante, esto no significa que la tarea ha sido sencilla, pues se trata de piezas de manufactura 100% manual y artesanal, donde el tiempo de inversión es significativo como desgastante, por lo que cada pieza llega a venderse por arriba de los 120 pesos o más, si es una sola pieza.

El trabajo de Juan Martín puede mostrarse en su casa-taller ubicado en avenida 20 de noviembre número 855.

etp

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