Hace más de 25 años Everardo Salaices Guillén, un economista de profesión y abogado titulado hace 10 años, decidió abrir un pequeño negocio de venta de libros tras prescindir de su trabajo como empleado de un banco, para tratar con ello de apoyarse económicamente y cubrir las necesidades de su familia.

Comenzó ofreciendo los libros que utilizó en su época como estudiante en la Facultad de Economía de la UASLP, sin pensar que su establecimiento fuese hoy en día, uno de los más buscados en la ciudad para conseguir libros de todas las disciplinas literarias o académicas que, particularmente jóvenes estudiantes y amantes de la lectura, buscan para nutrir el conocimiento.

En San Luis Potosí, son varias las librerías de viejo que al igual que muchas otras en todo el país, fueron iniciadas precisamente por ávidos lectores que desde pequeños empezaron atesorar diversas obras y encontrar en estos objetos cargados de letras, el amor por el conocimiento y la imaginación a través de la lectura.

Y es que son tantos y tantos libros, que es difícil establecer la cantidad de ejemplares que en su negocio ubicado sobre la avenida Santos Degollado de la capital potosina llamado: Bazar Merlín “El Mago de la lectura”, tiene don Everardo, aunque él estima que son miles.

Su motivación por el negocio es la fascinación que encuentra a través de la lectura, la cual ofrece una cantidad de cosas interesantes como extrañas, que mucho ayudarían a una sociedad que necesita tener libertad mediante el conocimiento.

“Esto empezó a crecer y al rato me traían montones de libros, y como ha sido costumbre comprar a granel, fue muy fácil ir acumulando ejemplares porque llegaban tres o cuatro cajas. Ahora es más selectivo por pieza, lo mismo en la venta, pero ahora lo que buscamos es beneficiar a los muchachos de las escuelas aun si buscas un libro de administración que no cueste más de 300 pesos, pues a 150 lo encuentras aquí, igual los de medicina que cuesten 500 aquí en 300, si son ediciones nuevas, se consiguen mejor”, refiere.

Señala que guarda algunos valiosos ejemplares como verdaderos tesoros, como son algunos documentos de la independencia en tomos que se editaron en 1858, en el tiempo de Benito Juárez, y que representan materia prima para el historiador; además de 20 tomos de la historia de México, “son libros raros que ya no encuentras en el comercio, debo tener por ahí un Príncipe de Maquiavelo comentado por Napoleón Tercero. Son cosas que ya no ves, a lo mejor sí puedes encontrar ediciones pero no tan fácilmente, entre otros antiguos ejemplares”, comenta.

A lo largo de estos años, los libros de viejo son un referente para jóvenes y no tan jóvenes, entre los que destacan maestros de la propia Universidad Autónoma de San Luis Potosí, junto a integrantes de la logia masónica que cada jueves se reúnen para analizar y comentar alguno de estos miles ejemplares que se encuentran en el Bazar Merlín, que además tiene como testigos de estos añejos libros, a relojes antiguos, artefactos y curiosidades que bien podrían equipararse a una especie de museo viejo en una finca particular.

sergio.marin@clabsa.com.mx

apl

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