Con tan sólo 6 años de edad, el niño León Valerio González ha sido diagnosticado con un 152 de Coeficiente Intelectual (CI) y a su corta edad ya ha ganado torneos locales de ajedrez y ha competido con campeones nacionales, por lo que sus padres buscan desarrollar adecuadamente sus potencialidades y eventualmente colocarlo en un método de aprendizaje fuera del esquema convencional.

Y es que el pequeño estudia el segundo año de primaria en el Colegio Montessori Crescita de la ciudad de San Luis Potosí, pero le toma mucho menos tiempo llevar a cabo las tareas que los profesores dejan y resuelve planteamientos de manera rápida basado solamente en la observación de las cosas, de ahí que al igual que Claudio André Blázquez Aguirre, el joven de 14 años que ya estudia la carrera de Derecho en la UASLP, se busca que reciba el apoyo e identificar sus cualidades para canalizarlo correctamente en su futuro.

Sus padres Óscar y Aida, señalan que el pequeño comenzó a armar rompecabezas dese los 2 años y observaron que es hiperactivo, además de que desarrolla sus acciones con la sola observación. Hoy en día juega ajedrez con gran destreza y resuelve en tiempo relativamente corto rompecabezas de más de mil piezas.

“No podemos establecer en este momento si León, debe ser un niño que sea adelantado en grado escolar porque no somos expertos, pero sí queremos buscar un sistema educativo que no sea el tradicional, porque no queremos que se desespere, es muy inquieto y en ocasiones es fácil que en alguna escuela nos lo puedan considerar con TDA, cuando en realidad es un niño que hace sus actividades como cualquier otro, pero al momento de desenvolverse en el espacio educativo hay notables diferencias”, dice su padre Óscar.

También Claudio André Blázquez Aguirre, quien ya acompaña personalmente el caso de León, dice que el paso siguiente para el niño es ayudarlo a identificar sus potencialidades con base a las afinidades que el niño desarrolle en ciertas áreas del conocimiento, y a partir de ahí, apoyarlo académicamente, emocionalmente y socialmente para que en un futuro pueda ir a la universidad y no quede estatizado por la carencia de un sistema especial para niños y jóvenes superdotados.

El menor acompañado de sus padres y de André acudió a la Facultad de Derecho de la UASLP para recibir el documento que consta el nivel intelectual de León, en el cual estuvo presente el director José Abraham Oliva Muñoz quien destacó la importancia de brindar el apoyo a niños y jóvenes superdotados, donde las instituciones de educación superior también deben estar preparadas para recibirlos y dar formación acorde a sus capacidades.

sergio.marin@clabsa.com.mx

apl

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