Tras su paso por el estado de Querétaro, llegan por goteo algunos de los migrantes de Honduras, El Salvador y Nicaragua hacia la Casa del Migrante de San Luis Potosí, quienes apenas se mantienen unas horas para tratar de alimentarse, obtener ropa, zapatos y medicamento para aquellos que registran algunos cuadros de gripe o llagas en pies y manos a causa de largas caminatas y del intenso sol.

Geraldine Estrada Rivera, coordinadora de este centro de ayuda, comentó que han sido casi 70 las personas que por día han buscado asistencia desde el pasado sábado y se trata de grupos mucho menores que partieron desde Querétaro, ya que se han desviado en su trayecto hacia el estado de Guanajuato y algunos otros han decidido la ruta hacia San Luis Potosí, para tratar de subir al tren que va hacia el norte y así recortar el trayecto.

No hay hasta la tarde de este lunes reporte de incidentes de seguridad y ante el conocimiento del arribo de algunos de estos migrantes, las autoridades de los tres niveles se han coordinado para mantener vigilancia y el apoyo alrededor de la Casa del Migrante.

Los viajeros son en su mayoría hombres, pero también hay algunos niños y mujeres madres de familia, quienes tuvieron que dejar a sus hijos en su país para tratar de atravesar la frontera norte o en su defecto buscar trabajo en México para poder sostener a sus familias.

Norma N, una joven migrante de Puerto Cortés, Honduras, dejó a sus dos hijos; ella refiere que el nivel de pobreza que se vive actualmente es muy fuerte ya que el gobierno de ese país, está despojando de su tierra a los agricultores y no hay condiciones para que la población tenga lo mínimo indispensable para poder sostenerse, e incluso hay días en los que prácticamente dejan de comer.

En su trayecto hacia acá, cuenta que en Palenque, Chiapas, una de sus compañeras no pudo sujetarse del tren que venía a alta velocidad y terminó siendo cercenada en sus dos piernas cayendo de manera violenta del mismo.

Además señala que los integrantes de la caravana no son delincuentes y buscan llegar hacia los Estados Unidos con el único fin de obtener un trabajo.

“No nos quiere ver (Tump), lo único a lo que vamos es a trabajar y solo vamos a eso, no a hacer cosas malas, somos pobres, pero honrados y necesitamos el dinero; si fuéramos haraganes y nos gustara robar, nos quedaríamos allá robando”, señaló.

Antonio N, también migrante hondureño, refiere que a pesar de las amenazas del gobierno de los Estados Unidos, es tanta la gente que buscar atravesar hacia aquél país que no lograrán frenarlos a todos.

También estima que la oferta del gobierno mexicano es una segunda opción viable para poder establecerse y trabajar con el único fin de ayudar a sus familias, sin embargo, el objetivo es no perder tiempo y tratar de buscar la manera de continuar su viaje para llegar hacia la frontera lo antes posible.

La Casa del Migrante hasta el momento no ha detectado a niños que estén viajando solos y se revisa la condición médica de los migrantes para asegurarse de que no corran riesgos al retomar su camino.

sergio.marin@clabsa.com.mx

vkc

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