Comúnmente el inicio de una relación amorosa siempre posee cariños y demostraciones afectuosas, sin embargo, muchas mujeres han sufrido faltas de respeto en su relación que consideran normales, pero que dañan su salud mental y en algunos casos hasta la física.

Actualmente 6 de cada 10 mujeres mexicanas son sometidas a algún tipo de violencia en una relación de pareja, según cifras proporcionadas por la Organización Mundial de la Salud.

La violencia en una relación de pareja se refiere a toda acción u omisión que daña tanto física, emocional como sexualmente, con el fin de dominar y mantener el control sobre la otra persona. Para ello se pueden utilizar distintas estrategias que van desde el ataque a su autoestima, los insultos, el chantaje, la manipulación sutil o los golpes.

Al principio algún comentario incómodo, un jaloneo o una bofetada pueden parecer como parte del juego entre los dos, pero luego puede tomar dimensiones tan grandes que incluso se llega a la hospitalización o la muerte.

La pareja no se da cuenta de la situación que está viviendo porque hay factores a su alrededor que les impiden ver el rumbo que lleva la relación; el estar enamorados no les permite pensar objetivamente por lo que no se dan cuenta que están ejerciendo violencia sobre su pareja o son víctimas de esta.

“De diferentes tipos, violencia psicológica, violencia patrimonial, violencia física, violencia sexual, y la más atroz manifestación de la violencia, el feminicidio ese es un flagelo que debemos atacar”, indicó al respecto la titular del Instituto de las Mujeres del Estado (IMES), Érika Velázquez.

Desde el noviazgo existen comportamientos que evidencian una relación violenta, los cuales normalmente se repiten, por ejemplo:

Primera etapa.- La pareja se tensa constantemente, su tensión se acumula y crece tanto que insulta y reprocha.

Segunda etapa.- Agrede física y/o emocionalmente sin poder controlarse.

Tercera etapa.- Busca la reconciliación, dice arrepentirse, promete que va a cambiar y llena de obsequios y se muestra muy complaciente.

Cuando este ciclo sucede más de una vez en la relación o la pareja tiene episodios de agresión que aparecen de la nada, se está ante un caso de violencia que debe ser detenido y atendido.

La titular del IMES aseguró que la forma de atacar la violencia contra las mujeres es con educación y con actividades de prevención de atención a las víctimas de violencia pero también a los agresores

“Se tiene que llevar a cabo procesos de reeducación para entender que el machismo, que la misoginia son conductas que ya no se pueden aceptar en una democracia como las que estamos viviendo, en un país que respeta los derechos humanos que trata de que cada día tenga un marco mayor de este tipo de derechos”.

apl

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