“En 20 años el centro histórico ha entrado en un proceso de decadencia, que ha afectado al patrimonio monumental, ha deprimido el comercio y ha degradado la seguridad, al grado de volverlo peligroso”, aseguró el ex gobernador y titular del Consejo Consultivo del Centro Histórico Horacio Sánchez Unzueta, al hablar sobre los proyectos que se han realizado y los que vienen a futuro, para mantener su estatus patrimonial, pero también para darle un impulso comercial y de servicios a esta zona.


Entre 2013 y 2018, la zona sumará 501.7 millones de pesos en 20 obras. Previamente, se habían destinado 249 millones de dólares, explica.


Este Consejo Consultivo efectuó durante el 2017, proyectos que iniciaron desde el 2016, como las remodelaciones de las calles Independencia, Othón, Juan Sarabia, Aldama, Galeana y la primera etapa de Carranza.


Las acciones realizadas generan la observación de especialistas, dado que el enfoque comercial, de servicios y con la consecuente peatonalización de algunas calles, ha generado que el centro histórico tienda a perder su utilidad habitacional, para ser desplazado por diversos comercios que han habilitado los inmuebles de calles de gran afluencia en establecimientos, lo que si bien potencializa el desarrollo comercial, afecta su habitabilidad.


El investigador y especialista en Ciencias Sociales del Colegio San Luis (Colsan) Ramón Moreno Carlos, estima que existe un problema de redensifiación en el primer cuadro de la ciudad que ha generado que muchas personas o familias que históricamente han habitado esta zona, terminen por buscar espacios más cómodos y alejados de la actividad de personas y vehículos, por lo que muchas casas han quedado olvidadas.


Esta situación, genera a su vez, que el 80 por ciento de los inmuebles en calles importantes como Ignacio Zaragoza, estén habilitados comercialmente y apenas tenga dos inmuebles que funcionan como vivienda.


La falta de no tener una zona habitable ha generado un mayor incremento de la actividad delincuencial, además de que algunas fincas ya registran un deterioro importante (al menos 30 identificadas desde el 2008), lo cual ha motivado la acción de las autoridades en materia de protección civil y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para tratar de mantenerlas sin riesgo de derrumbe debido a la falta de mantenimiento.


“Lo que pasa es que los proyectos han sido estéticos y por la remodelación no se ha pensado en un repoblamiento de zonas habitacionales  faltaría que se pensara en la redensificación de  algunas zonas y generar construcciones nuevas, vivienda vertical con ciertos parámetros arquitectónicos y se volviera a la propuesta de re-habitar la vivienda, pero tendría que haber proyectos de Infonavit e INAH para que genere población ahí”, destacó Ramón Moreno Carlos.


El especialista considera que las acciones de rehabilitación en  esta zona de la ciudad, se han enfocado exclusivamente hasta el momento sobre el perímetro A y B, dejando en evidente descuido los barrios tradicionales aledaños como Tlaxcala y Santiago, a excepción de San Miguelito, que cuentan con una gran cantidad de inmuebles y calles afectadas que requieren de la intervención oportuna de las autoridades.

Así pues el centro histórico de San Luis Potosí lucha por mantener la belleza que lo caracteriza, sin embargo, enfrenta el reto de mantener el equilibrio de modernidad, con la ausencia de familias que habiten la zona, lo cual no parece tener una solución en el mediano plazo.

vkc

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