Tras los gastos que se originan por los festejos decembrinos, donde la mayoría de los ciudadanos económicamente activos se deja llevar por el consumismo y gastos innecesarios propiciados por las fiestas de fin de año, los primeros meses del año que comienza se convierten en un trago amargo en cuanto a las finanzas.

Pese a que en el último mes del año existe mayor solidez financiera, es mínimo el porcentaje de la población que analiza y prevé los gastos que tendrá que enfrentar en mediano plazo, y en pocas ocasiones se deja una reserva del aguinaldo o fondos de ahorro para cumplir con los gastos.

El especialista en finanzas, Raúl Sánchez recomienda para iniciar el año de la mejor manera económica, realizar a la brevedad un listado no sólo de los gastos del mes, sino en esta ocasión planificar los gastos que se tendrán que cubrir durante todo el año; tales como: colegiaturas, seguros, pólizas, uniformes, mensualidades y demás compromisos financieros que se tengan que cubrir.

Para ello es recomendable tener una reserva de lo recibido de aguinaldo, y en caso de que se tenga que iniciar desde cero, se debe hacer una planeación en relación a las percepciones económicas, detallando cómo se hará la distribución para evitar posibles cargos adicionales o intereses por la falta de pago.

“Se deben considerar los gastos de enero y los gastos que se presentan todo el año, como inscripción, útiles, seguros, todos esos gastos que no son cada mes pero sí se presentan, a veces la cuesta se extiende hasta agosto porque no se tienen considerados”.

Aunado a esto, explicó que es importante que en cada gasto se haga un redondeo adicional a lo que se pagó el año anterior, esto para contemplar incrementos derivados de la inflación.

Asimismo durante el resto del año se recomienda evitar gastos hormiga y hacer consumo responsable, es decir, que los gastos sean con base en necesidades reales sin superar la capacidad financiera con la que se cuenta.

apl

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