El director general de Grupo Financiero Interacciones, Carlos Rojo, considera que el desarrollo de infraestructura básica de almacenamiento de gasolinas representa una oportunidad de financiamiento como parte de los proyectos que se generarán a la par de las grandes inversiones detonadas a partir de la reforma energética.

 En entrevista con EL UNIVERSAL, Rojo destaca que es obligación del próximo Presidente de México, sea quien sea el ganador en las elecciones del 1 de julio, garantizar la continuidad de los avances que se han tenido en pasadas administraciones y plantear la estrategia a seguir para disminuir la inseguridad.

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Después de un 2017 positivo pese a la incertidumbre por el TLCAN, ¿este año puede ser mejor en infraestructura?

—Las necesidades de infraestructura social básica en México son mucho más grandes que la capacidad que tenemos de desarrollarlas y de financiarlas. En ese sentido, quien tiene una buena estrategia y tiene la capacidad de generar propuestas que agregan valor y que permitan a una entidad diseñar un proyecto más rápido permite posicionarse como un jugador importante en el tema de financiamiento, y es lo que hemos estado haciendo. Sí veo que en consecuencia este año deberíamos estar creciendo a muy buen ritmo la parte de infraestructura. Si bien es cierto, nuestra base se va haciendo cada día más grande y conforme a ello es más difícil alcanzar las mismas tasas de crecimiento, con lo que este año pensamos que debemos crecer cerca de 40%.

¿Qué tanto se ha presentado el efecto de tasas de interés en financiamiento a estados y municipios?

—En este momento no lo hemos visto, porque muchos de los proyectos de infraestructura por el tiempo que se llevan para financiar daría la expectativa de que si hoy sube la tasa, en algunos meses o años puede bajar y que sean rentables, pero no lo dejamos a la suerte, muchos de estos proyectos desde que nacen tienen derivados que limitan hasta dónde pudiera llegar a subir el costo financiero del proyecto.

¿Es posible que se abarate el crédito una vez concretada la fusión con Banorte?

—Debe serlo, el fondeo de Banorte es más barato que el de Interacciones y debemos aprovechar ese factor para ser mucho más competitivos y ganar más proyectos que los que hoy estamos ganando.

 ¿Se volverían el jugador más grande en términos de financiamiento de infraestructura a estados y municipios?

—Sería el jugador más activo. A diferencia de otras industrias donde ser el más grande permite manejar el precio, ser el más grande en estados y municipios es consecuencia de haber participado en el proceso de varias licitaciones públicas, donde quien se lleva el crédito es quien se lleva la tasa más baja. Mientras tengamos la capacidad de ser competitivos seguiremos muy activos en el sector.

¿La gran apuesta de Interacciones es el desarrollo de las Zonas Económicas Especiales?

—No es la única, pero es una muy buena apuesta. Sin duda pensamos que este desarrollo es la única manera para impulsar el crecimiento en los estados del sur del país que crecen a tasas muy por debajo de estados del norte o centro del país. Estamos apostándole a que las entidades federativas desarrollen infraestructura social básica que se requiere y los grandes inversionistas se planten en estos distintos estados. Sí creemos que hay una oportunidad muy grande no sólo para nosotros, sino para el país.

Estamos viendo con más claridad los primeros grandes proyectos de la reforma energética. ¿Qué infraestructura relacionada al sector se puede comenzar a financiar?

—Todo el tema de perforación en aguas profundas va a crecer a ritmos acelerados, así como almacenamiento, transporte y logística, así como la venta de producto terminado, pero no sólo se enfocaría en ese tipo de infraestructura. Es importante también ver todas las cadenas productivas y pequeñas y medianas empresas que van a crecer alrededor de estas grandes inversiones. Hoy las pequeñas empresas están muy enfocadas en atender un solo cliente, que es Pemex, y que es a veces mucho más grande que la capacidad de estos empresarios para atenderlos. Hay una capacidad de desarrollar las cadenas productivas de estos nuevos jugadores y eso va en beneficio de las economías locales. De igual forma hay apetito por desarrollo de energías renovables, para desarrollar temas que tienen que ver con energía solar y ahí la actividad se empieza a detonar cada vez más.

En particular, el gobierno ha señalado la carencia de infraestructura de almacenaje de combustible. ¿Les interesa ese sector?

—Estamos viendo algunos proyectos en estados que están en el Golfo de México para desarrollar proyectos de almacenamiento e igual en el centro del país. Ahí hay una oportunidad muy grande porque la infraestructura que teníamos para el combustible está sobrepasada.

¿Consideran que la ley de disciplina financiera limite el crédito a estados y municipios?

—Todo lo contrario. Ya estamos en el segundo año de esta legislación y lo que hemos visto es un crecimiento muy importante en nuestro negocio, nuestro saldo y cómo se van desarrollando las economías locales. La ley de disciplina financiera nos ha ayudado y permitido que tengamos más información y más rápido, y que podamos dar un precio mucho más acorde con el riesgo que representa cada entidad federativa. Más que detener el crédito a las entidades federativas viene a fomentarlo porque lo que estipula es que sólo se puede tomar el financiamiento para el desarrollo de inversión productiva fija.

Un año se vislumbra positivo para el negocio, no obstante se mantienen retos interesantes…

—Los retos como país tienen que ver con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la reforma fiscal de Estados Unidos y entender su impacto en México y el tema de las elecciones. Hoy si bien hay sectores que han optado por retraerse en la derrama crediticia en proyectos de infraestructura, entendemos que este tipo de desarrollos van más allá de una administración y que dependen principalmente de viabilidad, con lo que seguimos muy interesados en ese financiamiento.

El reto que tenemos como país es asegurarnos que quien llegue en esta nueva administración le dé continuidad a todas las cosas buenas que se han hecho. Al manejo prudente de las finanzas públicas, a todos los proyectos generados por la reforma energética, a los avances de la reforma financiera y que se terminen pendientes como puede ser el cobro de garantías.

Este año, con las elecciones hay más gasto de estados y municipios. ¿Eso favorecerá el crédito?

—Se van a jugar nueve gubernaturas incluyendo la Ciudad de México. Eso representa una tercera parte de todo el mercado del país. Dos terceras partes van a seguir muy metidos en financiar el desarrollo de infraestructura y con eso nos podríamos mantener muy entretenidos como país y como banco. Típicamente lo que vemos es que en el primer semestre se van terminando los proyectos para entregarlos al final de la administración.

En específico para el sector financiero, ¿cuáles son las peticiones a los candidatos?

—Continuidad. Las reformas vinieron a cambiarnos la cara como país, y no tanto en estos seis años, sino una vez que se empiecen a madurar en los próximos seis o 12 años. Continuidad en todo lo bueno, y sin duda alguna el combate a la corrupción y cómo vamos a combatir la impunidad.

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