El presente año inició con el recorte de mil 952 trabajadores en Petróleos Mexicanos (Pemex), la mayoría de ellos de confianza.

De acuerdo con información de la petrolera correspondiente al primer trimestre de este año, la plantilla de empleados se ubicó en 125 mil 989 al 31 de marzo.

En el mismo periodo de 2018, la empresa productiva de Estado operaba con 127 mil 941 trabajadores, entre sindicalizados y de confianza.

La salida de esos trabajadores supera en poco más de cinco veces el recorte previsto en las modificaciones anunciadas a la estructura orgánica básica de Pemex y sus empresas productivas subsidiarias, en las cuales se consideraba la reducción de 375 plazas de confianza, lo que significaría un ahorro estimado de 549.2 millones de pesos anuales.

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La disminución en la plantilla de trabajadores de Pemex en el primer trimestre de 2019 supuso, según los estados financieros presentados a la Bolsa Mexicana de Valores, una reducción de 475 millones de pesos en la nómina de los trabajadores activos y de 239 millones de pesos en la de jubilados y pensionados.

Así, la empresa cerró el primer trimestre con un gasto en servicios personales (salarios y prestaciones de trabajadores activos) de 19 mil 648 millones de pesos y 17 mil 702 millones más que corresponden a la nómina de jubilados.

En los primeros tres meses del año pasado esos gastos fueron de 20 mil 123 millones y 17 mil 941 millones de pesos, respectivamente.

El director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, había señalado a principios de abril, en la presentación de la modificación a la estructura orgánica de la empresa, que para hacer efectiva la política de austeridad en Pemex y sus empresas productivas subsidiarias, así como filiales, “la dirección general, desde el 1 de diciembre del año anterior, instruyó que se revisaran responsablemente y a la luz de los principios de orden, eficacia y austeridad, todos los puestos que componen la estructura orgánica del corporativo y las empresas productivas subsidiarias, para alinear los costos administrativos, las prácticas y procesos de gestión a la nueva política”.

Se trata, añade el documento que valida los cambios, de una administración que tiene claro que “la eliminación de los gastos excesivos, superfluos e improductivos también es necesaria para liberar los recursos que hacen falta para las actividades sustentables de Pemex”.

Sin embargo, desde administraciones pasadas el adelgazamiento de la plantilla de personal fue un mecanismo para reducir costos, aprovechando que un número importante de trabajadores, sobre todo de confianza, llegaría a la edad de retiro, por lo que su jubilación representó una forma de hacer más pequeña la nómina sin recurrir a despidos masivos.

Al cierre de 2012, Pemex contaba en todo el país con 140 mil 676 plazas de operación ocupadas. De ese total, 2 mil 182 eran trabajadores mayores de 64 años y otros 4 mil 494 eran empleados con edades entre 60 y 64 años, susceptibles a jubilarse.

Para el cierre de 2017, de acuerdo con datos oficiales del Informe de Sustentabilidad de ese año, la empresa contó con 114 mil 916 trabajadores de planta y, durante ese periodo, más de 70% del personal tenía edades entre 35 y 54 años.

El número de trabajadores mayores de 64 años y de entre 60 y 64 años ya se había reducido a mil 700 y 3 mil 309, respectivamente, por lo que la empresa tiene menos margen para recurrir a jubilaciones para reducir personal.

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