Después de que el presidente López Obrador señalara, que este viernes, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) publicaría un informe sobre los millonarios gastos de su comedor institucional, el Consejo se limitó a justificar que los platillos que sirven a diario “no son un lujo, ni son gourmet. Corresponden con una dieta balanceada y se elaboran con algunos ingredientes agroecológicos”, expresó en un comunicado.
El menú de este comedor incluye salmón, cárnicos de primera calidad, pollo orgánico, arroz silvestre, mostaza de dijon natural, vinagre de manzana orgánico, leche de almendras o de vaca orgánica. Por ocho meses de este servicio, pagaron 15 millones de pesos del erario a la empresa Piguidi Gastronómico S.A de C.V, compañía que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto fue remunerada por 450 millones de pesos.
El comunicado de Conacyt, a cargo de la doctora María Elena Álvarez-Buylla, no aclara el oneroso monto del contrato. Además, proporcionó una cifra errónea y, sin evidencias, aseguró que sólo gastaron 6 millones de pesos.
“El presupuesto estimado para el comedor es de 6.9 millones de pesos anuales, ligeramente mayor que el año pasado, pero que de ninguna manera asciende a 15 millones”, indicaron.
Sin embargo, el expediente de contrato 1890904 de la plataforma del gobierno CompraNet, muestra que el convenio se firmó por 15 millones 78 mil 457 pesos y se mantiene activo desde el 22 de abril.
“La Dra. Álvarez-Buylla explicó que decidió transformar el comedor y hacer un esfuerzo institucional para que los trabajadores del Conacyt tuvieran acceso a una alimentación saludable”, se lee en el documento.
Pero los únicos beneficiarios del comedor gourmet son los trabajadores de la sede central de Conacyt. Los 26 Centros Públicos de Investigación (CPIs), distribuidos en todo el país, no cuentan con un servicio de estas dimensiones, incluso atraviesan una crisis económica que pone en riesgo su operación a tal grado que la mayoría de los CPIs enfrentan dificultades para liquidar servicios elementales como la luz.
“Los empleados le expresaron su gratitud [a la directora] por haber mejorado notablemente la calidad de los alimentos, elaborados en su mayoría con ingredientes sanos”, señaló el organismo.
El Presupuesto de Egresos de la Federación instruyó un recorte presupuestal de 12% —cerca de 3 mil millones de pesos— al Conacyt y la directora, Álvarez-Buylla, justificó la disminución de recursos prometiendo que “harían más con menos”. Sin embargo, al inicio de su administración se postergaron apoyos a sociedades y academias científicas. Mientras que el comedor de Conacyt cuenta con chef, saloneros y hasta nutriólogos que diseñan y supervisan los menús.
“En administraciones pasadas, los alimentos del comedor se preparaban con productos industrializados con altos niveles de grasas, azúcares refinadas y exceso de carbohidratos”, justificó el Consejo.
El pasado miércoles, el presidente López Obrador aseguró que castigaría a quien “incumpla con las medidas de austeridad”, en relación a los contratos de alimentos gourmet, por casi 18 millones de pesos, que firmaron Nacional Financiera y Conacyt.
“Hay que revisar eso y si se cayó en una responsabilidad, se castigue a quienes incumplen con las medidas de austeridad que tenemos establecidas”, puntualizó el mandatario.
Pero Conacyt, en su comunicado, defendió que ya ningún directivo tiene privilegios, “se cerró el comedor de directivos, que contaba con chef y roof garden; se suspendió la compra de garrafones y botellines de agua para reemplazarse por filtros”, afirmaron.